Entre folios y calcetines viejos,un lápiz en una mano,
y en la otra, un cigarrillo recién encendido,
y las ganas, las muchas ganas,
las ganas de encadenar frases,
de rimar y dar sentido a las palabras,
las ganas de gritar por la ventana,
y decirle al mundo que aquí estoy,
que aquí estoy yo,
y que estoy en el rincón más perdido del mundo.
Cerca, un perro ladra,
lejos, las voces se hablan,
pasos, motores y lloros de niños,
y yo en ésta mesa despierto,
y me tumbé y me levanté,
y me volví a tumbar y a levantar,
Cerca, un perro ladra,
lejos, las voces se hablan,
pasos, motores y lloros de niños,
y yo en ésta mesa despierto,
y me tumbé y me levanté,
y me volví a tumbar y a levantar,
y en esa cadencia de ruleta rusa, yo sigo,
y los folios en blanco,
y el lápiz en mi mano,
y la ceniza resucita con la brisa,
y yo sigo despierto,
y queriendo que el mundo se despierte,
y que sea lo que dios quiera,
sea un ejército de insomnes o de harapientos,
o sea una legión de muertos de sueño,
pero que sea lo que tiene que ser,
y es que yo creo,
que el mundo funciona del revés.
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