Dudo hasta de mi propia sombra,dudo de todo lo que veo y de lo que no veo,
dudo de tús palabras y de tús falsas promesas,
dudo de tús bondades infinitas,
y hasta dudo de la sinceridad de tús sentimentos.
Dudo de tí y dudo de mí,
dudo de nosotros y de nuestro amor secreto,
dudo de mí, porque dudo de mis pasos,
y es que a veces no me entiendo,
y todo sería más fácil si yo me dejara,
y me dejara llevar placidamente,
y entre las corrientes que me producen,
tús caricias y tús besos tiernos.
Dudo mucho más que mucho,
dudo que la tierra de vueltas sobre su eje,
y que el sol exista y que esté ardiendo en llamas,
y que la luna llena no sea un reflejo del espejo,
o un deseo incomprendido,
o quizá un deseo inalcalzable,
o es la luna el destello de tús ojos,
o son los míos los que la iluminan,
todo puede ser dentro de mi duda,
o de mi luna,
todo se confunde dentro de mi cerebro,
todo alcanza dimensiones desconocidas,
y se mezcla dentro del Universo,
y en el espacio tiempo,
y al final mi duda se convierte en luna,
y yo me convierto en deseos o en soles,
o en mares tropicales.
A veces no sé como salir de mis palabras,
pues me enredo dentro de ellas,
y me atrapo en las redes tejidas por las dudas,
y me pierdo entre mil disquisiciones,
y entre la sombra de tús pechos,
y me revuelvo y lucho por saber lo que hago,
y el problema está,
en que no puedo quitarme de mi cabeza,
ni mis dudas existenciales,
ni en las sombras de tús pechos tersos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario