No sé que ha pasado pero me he quedado bloqueado, no de cabeza sino con el puñetero ordenador y supongo que será otro bichito, pero en éste caso un lindo virus, una viriasis masiva e invasiva, un mal bicho, que está entrando en mi disco duro. Aunque no entiendo lo de disco duro, pues no sé donde está el disco blando y entonces ¿a que viene lo de duro?. Supongo que es porque suene más fuerte, más contundente, más hombruno, como te vea el disco duro, ten mucho cuidado, que te rompe la cara, seguro. Mira que me chivo al disco duro y te va a dar de hostias hasta en el paladar blando, veis aquí si aparecen duro y blando, pero disco y paladar no sé que tienen que ver, bueno sí, con dar hostias. Pero sin que haya hostias por el medio no hay ninguna relación, a no ser que ya tengan en la recámara la salida a venta de los discos blandos y que les darán alguna función o ya se las han buscado.
Yo prefería un disco blandengue, no blando de todo, no vaya a ser que se pase el día llorando, pero sí que se adaptara a mi estado de ánimo, por ejemplo que entendiera que hoy o mañana, puedo estar más triste o más contento o eufórico o deprimido y de alguna manera se adaptara a mi y me facilitara la faena. Y no me la complicara, como ahora, que estoy harto y va me ataca un puto virus de mierda, claro cuando las defensas están bajo mínimos. Y ahora tendré que ir buscarme la vida, hasta encontrar un antivirus, rápido, eficaz y de coste cero o sea un 3 B: bueno, bonito y barato.
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