PASIÓN Y SANGRE

Ya son las 4 de la tarde y el tiempo nunca cunde, no me da tiempo a hacer todo lo que tengo planteado. Y es que ahora me entran las prisas y las prisas no son buenas aliadas, las prisas son zancadillas que te pones a ti mismo. Pero lo importante es que he hecho un buen montón de cosas y de cosas pendientes y eso si que es importante. Bueno llevo un cierto descontrol  de los horarios, pero ese  descontrol en parte lo admito, pues está dentro de mis antihorarios. O sea que son las 4 de la tarde y aún no he comido, pero he desayunado dos veces y  eso es lo que me está cubriendo.

Bueno, pues dicho esto tendré que ocuparme de otras cosas. Por ejemplo de las broncas de mis vecinos. hacía tiempo que no escuchaba una de sus broncas, pues son vecinos de la parte de atrás de mi casa y atrás está la cocina  y el cuarto de planchar, que se llama así y no sé el porqué, porque de planchar solo tiene el nombre, la plancha se muere de la risa y yo con ella. Pues nada que estaba recogiendo ropa colgada y escuché unos bocinazos que te cagas y como siempre adornados de bonitas y poéticas palabras: ¡eres un hijo puta!, ¡eres un desgraciado!, ¡cállate zorra de mierda!, le contesta el otro y tú que dices tío, ¡si tú mamá te da dinero a escondidas!, dice ella y él le contesta, ¡pues claro zorra! si tú me lo robas todo.¡Joder que bonito!, que dulce poesía melódica, me encanta lo de zorra y lo de hijo puta me encanta más.

Lo más curioso de todo es que 3 horas antes yo estaba colgando la ropa en la terraza y también los oí. Pero en ese momento se trataban con suma delicadeza y usando el epíteto de CARIÑO para todo. Oye Cariño pásame el  azúcar, si cariño ahora te lo paso. Y también se decían AMOR. Sí dime, Amor, ¿qué es lo que quieres?. Bueno pues eso, que todo era dulce caramelo y 3 horas después, el caramelo se transformó en veneno.

No entiendo muy bien esos mecanismos tan contradictorios, ese pasar de lo cursi y empalagoso a lo cutre y faltón. No sé, pero debe ser que vivimos en un mundo de fotonovela y por tanto todo se exagera. Todo es pasional de falserío, PASIÓN Y SANGRE. Vamos como las corridas de toros, yo te quiero torito mío, yo te quiero y ven cariño, que te voy a empitonar con ésta linda espadita que llevo en mis manos. Y ahora jódete que ya estás medio muerto, ¡cabrón!, ¡hijoputa! y muérete ya, ¡desgraciado!. Así es la Pasión de los Toros, pues así también es la  Pasión de mis queridísimos vecinos.¡Me  encantan los contrastes!.

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JULIO CORTÁZAR