¿QUÉ HAY AL OTRO LADO?

6 y media de la tarde y parece que las horas del día van en aumento, pues se hizo de noche sobre las 6 y cuarto. Hasta hace poco a las 5 ya cerraba el chiringuito. No está mal, es una buena noticia para el alma. Pues el alma vive mucho de la noche, pero también necesita energía solar, sino ya se sabe, el alma no se recarga. Hoy creo que ya tengo casi todo el pescado vendido, quedan solo dos xureliños por vender.  Y éste es uno de ellos, el penúltimo del día. Mañana toca Guardia y ese pensamiento me hace cambiar mis circuitos y ya pienso en la ropa para mañana y en ponerme "mi uniforme de gala" y para ir guapo a los accidentes de tráfico o a un paro y si conseguimos que el Parado vuelve del otro lado, pues que me diga, "oiga doctor está usted muy guapo".

Joder, si consigo eso, que un viajero de la frontera, de la frontera entre la vida y la muerte, me diga eso, ¡qué
más le puedo pedir a la vida!. Aunque la verdad lo veo difícil, pues los que vuelven  de viaje del otro lado, suelen venir muy impresionados, por llamarle de alguna forma, porque en realidad, vienen descerebrados. La falta de riego cerebral los deja como la Canela, bien moliditos. Después con el paso de los días van recuperando cosas, detalles y memoria. Siempre te queda el aquél de preguntarle que hay al otro lado, pero no debe ser algo muy bueno, porque después los pobres se agarran a la vida con todas sus escasas fuerzas.

Y en el momento que salen del agujero, no están para que te contesten. Aparte que con un tubo que le entra por la boca y le llega hasta sus pulmones y conectado a un Respirador, no creo que tengan muchas ganas de hablar, en tal caso tendrán ganas de poder respirar por si solos. Pero yo supongo que en su fondo más fondo y en el valle más recóndito de su cerebro, tendrán su secreto bien guardado, ¡el que coño hay al otro lado!. Claro que si lo dijeran perdería su halo de misterio y entonces morir sería un acto más, sería igual que ir a comer sabiendo lo que vas a comer. ¡Así de fácil!.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR