DÍAS DE VERANO

Y es que me encanta esta fotografía. Los colores, los contrastes, el sol rojo y medio naranja y su reflejo en la arena mojada. Los niños y sus sombras y que podía ser un montaje, niño ponte aquí y haz esto y tú ponte en el otro lado y haz lo otro. Puede que sea un montaje, pero también puede que no y además el que fuera un montaje no quita la belleza de la foto.

Claro que a mi me recuerda mi infancia y mis días de verano. Los partidos de fútbol con la marea baja, las carreras, los revolcones y sobre todo las ilusiones. La ilusión del espejo, la ilusión de que esos momentos se graben y para siempre en la retina. Yo pensaba que si la felicidad existía, tendría que partir de éste paisaje, de esta luz, de estos contrastes tan entrañables. Pensaba eso y lo sigo pensando, pues ahora echo de menos otras mareas bajas, como son las de Cádiz. Marea baja espléndida y llena de reflejos. Y al fondo se pone el sol y poco a poco apaga su bombilla y de repente, las sombras salen a jugar. Juegan y juegan y hasta que la noche aparece con su tela negra. Después estrellas y luna y ya se sienten las protagonistas de la noche eterna. Y así, ¡hasta mañana!.

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JULIO CORTÁZAR