¿RECICLAR?

Si yo fuera todo consecuencia, no podría vivir sobre la tierra. Si de todo lo que digo yo cumpliera solo la mitad, sería el tío más feliz de la tierra, sería la hostia en verso. Pero, pero, pero soy humano y miento más que hablo y me engaño más que pienso. Sí soy humano y dentro de mi ADN tengo un péptido raro, un péptido que conozco pero no reconozco, un "péptido friky". Y juro que a veces me descoloca o por lo menos me hace tambalear.

Porque por ejemplo, yo entiendo lo que es reciclar y pienso en esos patitos a punto de hundirse y enrollados por su cuello y por un malvado e insano plástico. Y veo patitos, como veo focas o tortugas o pájaros y entonces entiendo el porqué y entiendo la necesidad de reciclar. Vale, lo entiendo pero no lo asumo, pues porque al fin y al cabo, la realidad es que yo no reciclo. Si señores no reciclo y podía cortarme las venas, pero no tengo ganas de ensuciar mi sala de estar o podía colgarme de un pino, pero el pino más cercano está demasiado lejano. O ahora y con la llegada de la Semana Santa, podría hacerme penitente de capirote e irme a todas las procesiones.

Lo de no reciclar, es una parte de mis pecados inconfesables, pues lógicamente tengo otros y otros y también tengo muchos más. Por ejemplo, antes me gustaba leer el "Hola" y lo hacía cada vez que caía en casa de mi madre. Pero eso sí, solo me gustaba para ir a cagar, pues no había que leer nada, solo había que ver fotografías y fotografías de película y a todo lujo. Perdí esa costumbre y la perdí con el paso del tiempo y es verdad que a veces añoro ese reino de princesas. Son mundos paralelos y que tiene su propio funcionamiento y por tanto sus reglas de juego.

 Una mierda y todo lo que quieras y un lujo de pacotilla y de cartón piedra, pero sigue siendo un lujo, un lujo que en el fondo nos atrae y ya sea solo por sus formas, pues no creo que el fondo sea atractivo (sería para suicidarse), pero su vista es como ver una manzana sin gusano, limpia, brillante y atractiva. Atracción fatal,que se llama. Y esa atracción por lo prohibido tiene su aquél, pues lo prohibido siempre tiene su atractivo. Son las contradicciones humanas, repudiamos lo que tenemos y queremos lo que no tenemos. Bueno pues ya he dicho dos de mis pecados inconfesables, por tanto hoy "he salido del armario".

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JULIO CORTÁZAR