UN PARÁSITO VITAL

Esto del Blog, es como las audiencias televisivas, te relajas un poco o lo que es equivalente a 4 días de vacaciones y baja la audiencia a niveles ínfimos o mínimos. Bueno no pasa nada, pero después para remontar cuesta un huevo y la yema del otro y para ese posible remonte, tengo que escribir el doble. Y yo soy uno y aunque formo un equipo conmigo mismo, sigo siendo uno y uno indivisible. Vamos que yo no me parto por un proceso miótico ni meiótico y por ese arte que tiene la naturaleza, y van y de repente aparecen varios Brunos escribiendo.

No señor, yo soy uno y mis neuronas son únicas y son las mías. Y esto que digo de cada vez se va a poner más difícil, pues a más curre, menos producción. Pero así es la vida y la vida la coges como viene y si quieres después le das la vuelta o la vida es como un tren que pasa y si te enganchas a él pues mejor y porque puede que ya no vuelve a pasar otro tren. En definitiva, la vida no te concede muchas oportunidades, te da una y de vez en cuando y es tú elección el coger ese tren o no cogerlo.

Yo por mi parte cojo todos los trenes que pasan. He aprendido a no desperdiciar nada en la vida y si hay algo que merece la pena y la vida siempre la merece, me engancho como una ladilla a un pelo púbico y ya después no me suelto. Me hago un parásito social o mejor dicho un parásito vital y chupo la vida de todo lo que contiene vida. La vida a veces se disfraza con un traje de muerte y se muestra con su traje negro y su guadaña, pero creo y solo creo, que lo hace para asustarnos y sobre todo para avisarnos de que se desdeñamos la vida ya sabemos lo que nos queda.

Yo soy vitalista, pero no vitalista agilipollado. A mi la vida me gusta y me entusiasma, pero eso no quiere decir que deje de ver a mi alrededor y que no pueda ver y observar que hay más seres humanos dedicados a jodernos la vida, que otros que se dediquen a lo contrario o sea a hacernos disfrutar. Por desgracia el mundo que hizo Dios ha sido éste y lo cogemos tal como es y lo transformamos o éste mundo se hundirá y con todos nosotros en la poza negra del Universo. Si somos seres y seres humanos y por tanto tenemos un cerebro para pensar y sentir, debemos aceptar la realidad, pero solo aceptarla para cambiarla o transformarla y porque y si no, también seremos partícipes del desaguisado que tenemos delante.

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JULIO CORTÁZAR