LOS GUIRIS DE LA ISLA

Pues hoy es Jueves y día 24 de Abril y hace un día espléndido. Ya se empiezan a ver los primeros cuerpos dorados por el sol, bueno algunos quemados y que suelen ser guiris ingleses lechosos que se mudaron de piel y ahora lucen el color de los semáforos en rojo. Ésta Isla es sobre todo Inglesa, fue dominio inglés y aún tiene vestigios y costumbres inglesas, por tanto los guiris, a diferencia de Mallorca donde predominan los Alemanes, son en su mayoría Ingleses. Los hay que vienen en hordas y van arrasando todo lo que tocan, pero no a los niveles de otros sitios, pues estos suelen venir en hordas y tribus familiares y por tanto, aún tienen que comportarse.

Después están los afincados o sea los que se compraron una choza en la Isla y viven en general alejados de los pueblos, en urbanizaciones medio escondidas. En estos hay de todo tipo de comportamiento, por tanto los hay que pasan desapercibidos, pero el resto ya se encarga de llamar la atención por ellos, pues van a los super y grandes superficies y arrasan todas las botellas que lleven alcohol.

Después se acantonan en sus casas y se cepillan con entusiasmo la priva y hasta sus últimas existencias. Las casas de estos últimos especímenes suelen ser un compendio de lo guarro. Botellas por el suelo, olor a meo de rata, desorden y trapos por el suelo, fotos y recuerdos de otros tiempos mejores. Vamos que parece la misma decadencia del Imperio Romano.

Después de nuevo al poblado a reponer botellamen y de vez en cuando a dormir la borrachera al sol y de ahí viene que después pasen del color blanco lechoso al rojo vivo, y la única diferencia ese esa, que debido a la insolación y en consecuencia al dolor, le tienen que cascar el doble a la botella y las existencias en verano se agotan en la mitad de tiempo que en invierno.

 No hay otra diferencia entre invierno y verano, que no sea el color de su piel y el nivel de alcoholemia. En su mayoría son destilerías andantes, por donde entra alcohol de 40º y sale orina diluida en alcohol. Ninguno o casi ninguno de los guiris ingleses habla en Castellano y menos en Menorquín, ellos solo hablan inglés y el mínimo e imprescindible, pues para hablar con una botella tampoco hace falta saber muchos idiomas. Solo hay que beber y beber y después dormirla y eso puede ser a la sombra del techo de su choza o freírse directamente al sol.

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JULIO CORTÁZAR