Bueno creo que me voy a sobar un rato, pues estoy excesivamente cansado y así no produzco adecuadamente y tiendo a decir más tonterías que las de costumbre. Es que la noche fue toledana y no por tener cantidad de avisos de urgencias, pues solo tuve uno de noche, pero en el quinto pino. Y ya está, con ese aviso ya me desvelé un huevo y me dieron las 4 de la mañana y sin pegar ojo. Y a las 7 de la mañana en pie y con buena cara. Aparte que la tía a la que asistimos casi me pone de los nervios, bueno más la acompañante que ella.Hay gente que nació desconfiada de si realmente nació en éste mundo y por tanto van por la vida desconfiando. No sé, la tía tenía una cefalea intensa, pero nada más y sin signos que indicaran que le iba a estallar el coco o sea que alguna arteria o vena estuvieran a punto de petar. Y como la muy gilipollas ya llevaba 8 horas con el mismo dolor y en cambio de tomar algún analgésico, pues no se tomó nada. Le puse el analgésico por la vena y según respondiera le dejaba en su puta casa o me la llevaba para el Hospital.
Y la acompañante erre que erre y que coño tenía y que coño le `ponía y si estaba desmayada o estaba pirada. Yo que sé me sacó de quicio y de mis casillas y cuando le iba a decir un montón de improperios y que se fuera directamente al carajo, salí afuera y me fumé un cigarrillo. Cogí oxígeno y respiré hondo y me dije a mi mismo, a ésta tía es mejor que me la lleve al Hospital, pues vivía sola y la acompañante era una gilipollas integral.
Pues ella tiene derecho a saber y a ser informada, pero le dije que por favor se quitara del medio y que me dejara currar y que al final ya daría un informe y donde se especifa todo lo que se le dio y el posible diagnóstico y también le explique con buena paciencia divina, que no se trata de que ella prefiera que se le lleve al Hospital, se trata de que yo pueda currar en paz y entonces saber por donde van los tiros y el que vaya o no al Hospital depende del estado final en que se encuentre la paciente.Como si hubiera dicho misa, pues al cabo de un rato, me suelta la misma frase, "yo prefiero que se la lleven al Hospital". Y eran orejas lo que tenía la tía a ambos lados de la cabeza o eran dos altavoces para escucharse mejor a ella misma. No lo sé, pero a veces pienso que dios me dio pacienc,ia pero nunca me dio la suficiente. Y a la paciente que no paraba de quejarse en plan histérico y eso que el dolor ya le había pasado, pero ahora se quejaba de que tenía frío y escalofríos y unas raras palpitaciones y hala, ¿pues que se ganó?, un buen chute para dejarla tiesa y bien dormidita. Y así ya nos fuimos tranquilamente y rumbo al Hospital.
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