Si yo doy tres fuertes puñetazos sobre la mesa, es posible que después me duela la mano y si los doy porque estoy convencido de algo y solo quiero mostrar un mayor grado de convencimiento, después me dolerá igual o quizá más. O sea que señores no comprendemos nada, pues si no diera los puñetazos, no me dolería posteriormente la mano, pero tampoco me dolería si solo tuviera el deseo de darlos. ¿Complicado no?. O sea si yo hago una cosa por desahogo, cuidado porque después me dolerá. Y si la hago convencido después me dolerá más. Y si no la hago o solo me quedo con el deseo, no habrá dolor ninguno.
Y entonces y a lo mejor, eso es lo que nos pasa, que no estamos dispuestos a pasar dolor y por eso, no nos metemos en causas comprometidas y como mucho formulamos deseos y punto. Desde luego el ser humano no es tonto y si sabe que el agua caliente quema es porque primero ha metido su mano y entonces ya queda aprendido. Y puede que estemos hartos de la historia oficial y de que nos cuente películas de grandes batallas y con millones de muertos y en cambio al final, sale un tío y se proclama triunfador y todos los muertos al carajo. Y a lo mejor todo fue porque ese tío se llevaba mal como su primo o con su cuñado o porque su mujer le había puesto los cuernos con el del butano.
Entonces y lo lógico, es que en principio seamos cautos y prudentes. Porque a lo largo de la Historia nos dieron estopa por todos lados y al final, lo que queda anotado para la Historia, es una fecha determinada y que señor ganó esa batalla. Por eso cuando veo, la posibilidad de alguna cercana guerra, me pongo en posición defensiva y me quedo tieso como una vela. Vamos como si fuera invisible y que nadie pueda verme y todo, por si acaso intentan meterme en medio de ese berenjenal. Yo de las guerras, huyo y no me importa para nada, que me llamen cobarde o mariquita y porque de las dos cosas tengo un poco. Yo ante una guerra soy mariquita, soy cobarde, estoy lisiado, me faltan las dos patas y padezco una enfermeda
d sumamente infecto contagiosa. Todo, con tal de no tener que ir.
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| Éste soy Yo, pensando sobre la nada. |
Entonces y lo lógico, es que en principio seamos cautos y prudentes. Porque a lo largo de la Historia nos dieron estopa por todos lados y al final, lo que queda anotado para la Historia, es una fecha determinada y que señor ganó esa batalla. Por eso cuando veo, la posibilidad de alguna cercana guerra, me pongo en posición defensiva y me quedo tieso como una vela. Vamos como si fuera invisible y que nadie pueda verme y todo, por si acaso intentan meterme en medio de ese berenjenal. Yo de las guerras, huyo y no me importa para nada, que me llamen cobarde o mariquita y porque de las dos cosas tengo un poco. Yo ante una guerra soy mariquita, soy cobarde, estoy lisiado, me faltan las dos patas y padezco una enfermeda
d sumamente infecto contagiosa. Todo, con tal de no tener que ir.
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