Y al final me fui a dar una vuelta y para ver si mi cerebro se refrescaba un poco, aunque fuera un poco o un poquito de nada. Y no sé si refrescó, pero la vuelta mereció la pena, está un día espectacular, pues ya se sabe que después del temporal viene la calma y como estuvo todo el día soplando el viento en plan enloquecido, de repente y llegando el anochecer, se ha calmado. Y yo me calmado como el viento y ya el culmen del asunto, es ver los paisajes con que te obsequia ésta Isla y que debe, no, que aseguro que está bendecida por la mano de Dios. Y no me corrí, porque no me gusta hacerlo en público y en eso sí que soy intimista. ¡Joder!, si no lo fuera, sería para cerrar el chiringuito y ponerlo en otra Isla o mismo
en la Península.
Bueno, si anuncio que estoy más tranquilo, tengo el deber de tener que demostrarlo y no me puedo salir por la tangente. Tengo que ser un hombre ponderado y equilibrado y no un loco lunático. Por cierto queda poco para que salga mi luna llena y entonces ya no respondo, pues es cuando me transformo en hombre lobo. Veis que poco dura la tranquilidad, ya estoy pensando en saltar por las rocas de la Isla, que son muchas más que muchas y buscando víctimas propicias y que por cierto, suelen ser sirenas de los mares.
Me gustan las sirenas y con esa cola que llega a Varsovia y con su cara angelical y cuando en realidad son como víboras con cola de pescado. Pero aún así me gustan y me encantan sus cantos de sirena y que suenan a pitos de barcos hundidos o a pitos del extramundo y porque al final, esos barcos se hundirán, seguro. En realidad son unas hijas de puta. Sí ya sé que estoy flipado y que la vuelta que me dí, a mi me da la risa y de relajado un huevo de paloma. Sigue confabulando y buscando resquicios a la normalidad y así poder reventar lo normal. Como no consigo convenceros con argumentos normales, tengo que tirar del hilo de lo mágico y así llevaros al plano de la puta locura, que siempre es más divertida que la normalidad cotidiana. O no?. No hace falta que me respondáis, pues yo estoy seguro de que sí.
en la Península.
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| Aquí una Sirena y con forma de caballo. |
Me gustan las sirenas y con esa cola que llega a Varsovia y con su cara angelical y cuando en realidad son como víboras con cola de pescado. Pero aún así me gustan y me encantan sus cantos de sirena y que suenan a pitos de barcos hundidos o a pitos del extramundo y porque al final, esos barcos se hundirán, seguro. En realidad son unas hijas de puta. Sí ya sé que estoy flipado y que la vuelta que me dí, a mi me da la risa y de relajado un huevo de paloma. Sigue confabulando y buscando resquicios a la normalidad y así poder reventar lo normal. Como no consigo convenceros con argumentos normales, tengo que tirar del hilo de lo mágico y así llevaros al plano de la puta locura, que siempre es más divertida que la normalidad cotidiana. O no?. No hace falta que me respondáis, pues yo estoy seguro de que sí.

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