UN DESASTRE

Buenos días y casi tardes, pues son las 12 de la mañana y llevo un día de perros. Me tocó mañana de papeleos y en eso soy el puto amo, en los papeleos. Si siempre dije que yo era un crack en estos temas y cualquier mierda de papeles me llevan 4 horas. Eso sí, hoy aprendí a adjuntar archivos al correo y a escanear y para enterarme para que servía. Bueno pues eso, que casi se me pasa la mañana con esa mierda, aparte del tiempo que eché ayer buscando papeles, pues desde que decidí hacerme ordenadito y poner los papeles en una carpeta y la cual lleva el nombre por ejemplo, de "nóminas", pues que me llevé la sorpresa de que tengo varias carpetas con ese mismo nombre. Y entonces la pregunta es, ¿de qué me sirve ser tan ordenadito?.

Un desastre como yo, ya no tiene cura, ni solución ninguna. Como siempre ando zafando y entregando los documentos a última hora. ¡Hombre!, tanto como en los viejos tiempos, pues no. Aún me acuerdo que para matricularme en cada curso de Medicina siempre iba el último día y sin presentar todos los documentos requeridos, pero bueno, más o menos colaba. Pero ya el colmo fue un año, en que me presenté a matricularme un mes después del plazo y alegando que no me había enterado. Lo que en realidad había pasado es que me había gastado la pasta de la matrícula, pero me convencí tanto y tanto de que no me había enterado, que a su vez convencía todo el que se me ponía por delante.

Al final y en vistas de la negativa de todas las administractivas a gestionar mi matrícula (lógicamente), tuve que pedir audiencia en Palacio y solicité una cita con el Rector. Y al Rector le convencí de que yo era un puto despistado y de que no me enteraba de nada y le comí tanto el coco, que él me dio permiso para matricularme un mes después del plazo establecido. De aquellas y por lo que se ve, tenía un gran poder de convicción. Ahora ya no lo tengo tanto o es que ya me conocen mejor. De todas formas ya de aquellas el Rector me conocía perfectamente y por negociaciones anteriores y creo que en el fondo el no quiso arriesgarse a que le montara una pirula más grande. Un líder estudiantil en aquellos tiempos imponía y como se ve, imponía mucho.