Me he dado un pequeño paseo y he visto el Mar, el Mar de Menorca, que es mar, pero que también que es como un charco. Hay días en que el mar no se mueve, ni tiene olas, ni pequeñas oscilaciones. También pensé al mismo tiempo, que yo no soy normal si me comparo con la gente que voy viendo. O es al revés que el normal soy yo y el resto no lo es. Porque las pequeñas conversaciones que he escuchado durante un rato giran sobres temas cotidianos y más bien domésticos. Que si la ropa, que si los niños, que si la cena o la merienda, en fin, gira sobre lo dicho.
Y en cambio yo, no paro de comerme el coco y sobre algunas cosas cotidianas, pero en su mayoría, sobre asuntos de pensamientos y demás florituras. Iba a decir de asuntos más humanos, pero eso está por demostrar, el que es más humano hablar de los pensamientos, que hablar sobre la ropa sucia. Porque en el fondo todo importa y no hay que desdeñar nada, absolutamente nada. Pues habrá quién piense, mira que tío, como le gusta perder el tiempo escribiendo sobre estupideces. Y lo mismo puedo pensar yo a veces, solo que con la diferencia abismal, de que yo disfruto haciéndolo y además me importa un pito lo que piensen los demás.
No hay nada escrito sobre esto, sobre lo que nos puede aportar más a nuestra vida. Porque a veces que te salga un plato bien cocinado te puede satisfacer más que un buen o un mal escrito. Las pequeñas cosas cuentan y cuentan mucho y todo porque te hacen la vida más agradable. Y eso es un lujo y que no pueden quitarnos ni la plana mayor del PP que nos gobierna. Son de las pocas cosas que aún nos quedan, esas y disfrutar de un bonito paseo o de darte una baño en pelotas o de ver una preciosa puesta de sol, pues de momento aún no están prohibidas éstas actividades. Quizá más adelante nos cobren un canon por desgaste, pues de tanto verlas seguro que se inventan que desgastamos las imágenes. Todo se ha visto en la viña del Señor, ¡todo!.
Y en cambio yo, no paro de comerme el coco y sobre algunas cosas cotidianas, pero en su mayoría, sobre asuntos de pensamientos y demás florituras. Iba a decir de asuntos más humanos, pero eso está por demostrar, el que es más humano hablar de los pensamientos, que hablar sobre la ropa sucia. Porque en el fondo todo importa y no hay que desdeñar nada, absolutamente nada. Pues habrá quién piense, mira que tío, como le gusta perder el tiempo escribiendo sobre estupideces. Y lo mismo puedo pensar yo a veces, solo que con la diferencia abismal, de que yo disfruto haciéndolo y además me importa un pito lo que piensen los demás.No hay nada escrito sobre esto, sobre lo que nos puede aportar más a nuestra vida. Porque a veces que te salga un plato bien cocinado te puede satisfacer más que un buen o un mal escrito. Las pequeñas cosas cuentan y cuentan mucho y todo porque te hacen la vida más agradable. Y eso es un lujo y que no pueden quitarnos ni la plana mayor del PP que nos gobierna. Son de las pocas cosas que aún nos quedan, esas y disfrutar de un bonito paseo o de darte una baño en pelotas o de ver una preciosa puesta de sol, pues de momento aún no están prohibidas éstas actividades. Quizá más adelante nos cobren un canon por desgaste, pues de tanto verlas seguro que se inventan que desgastamos las imágenes. Todo se ha visto en la viña del Señor, ¡todo!.
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