ALUCINADO

Y el día sigue cabalgando y ya son las 11 de la mañana y va aumentado la sensación de que hoy se puede hacer algo interesante. Puede, pero si veo hacia atrás y me sitúo en hace dos años, el mes de Junio de aquellas era mucho más interesante o yo creía que lo era. En el fondo siempre es cuestión de sensaciones y éstas pueden cambiar en segundos, pues ¿como no van a cambiar en dos años?. Claro que hace dos años y recién salido del loquero todo era voracidad, voracidad de vida, de conocimientos, de lecturas, de música y de sentimientos. Me acuerdo que de aquellas y como había recuperado mi memoria perdida, llegué a pensar que dios me había dado una capacidad intelectual nueva.

Lo que veía me quedaba y lo que escuchaba y lo que leía, era una esponja de conocimientos y eso me tenía sorprendido. Y ahora que ha pasado el tiempo, creo que ya fui aterrizando y esa sensación tan grande y tan magnífica que tenía, era producto de sentirme libre y recién suelto del loquero y que además aún estaba asimilando que la memoria se había recuperado. Pero os juro que yo sentía que dios me había tocado con su varita mágica y que me había dotado de una inteligencia superior a la media. Tantas vueltas le dí, que hasta llegué a hablarlo con algunos amigos y todo preocupado.

Estaba preocupado porque no entendía ese proceso, lo entendía en parte, pero creo que me desbordaba. Ahora esa sensación de sentirse dios en la tierra, fue algo maravilloso y aún hoy en día la echo de menos. Por otro lado no, pues eso de ir tan alucinado por la vida trae sus problemas y sus enemigos. Y en esa época me gané a pulso grandes enemigos y que por eso aún hoy en día sufro las consecuencias. Pero como sigo bien y a la vez estoy más tranquilo y también menos alucinado, pues veo que fue una de las épocas más bonitas y brillantes de mi vida y que también y en parte, la echo de menos. Creerte un dios es demasiado fuerte y cuando estás arriba me pasa como al Rey, no quiero bajarme del trono y poner mis pies en el suelo.

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JULIO CORTÁZAR