LA VENDETTA

Yo puedo disculparme de muchas cosas y por tanto primero me disculpo y para que así quede constancia. Pero el que yo me disculpe no significa que no hay actos y hechos de los cuales no tengo la culpa y que son provocaciones a los derechos más elementales. Y me refiero a los señores que buscan hacer daño y a golpe de decretos y de latigazos. Porque se quiera o no se quiera, hoy está de moda el autoritarismo y el yo mando y por mis cojones. Autoritarismo es la palabra más suave que encuentro, pues podía hablar de fascismo o de nazismo y tampoco mearía tanto fuera del tiesto.

Porque en la misma medida en que se aprieta a los Gobernantes, estos se van volviendo más irracionales y

más autoritarios. Bueno porque se les aprieta más y porque ya no hay pasta en la arcas públicas para ir untando de pasta a los que se venden del enemigo. Hay calderilla, hay cuatro duros y por tanto la gente se vende por los favores, por un puesto de trabajo o el de un consejero inventado. A cambio el político recibe parabienes en forma de votos y con derecho a pernada. Los Sindicatos son los especialistas en venderse y tanto se vendieron que ahora ya no son capaces de movilizar ni a una mosca.

Perdieron su crédito moral y ya nadie les hace caso. Antes su fuerza se basaba en demostrar espíritu de lucha. Pero eso poco a poco se perdió y empezaron a dormirse en el  Comité de empresa y a dormirse más en los laureles. Y siguieron los trapicheos y si le das trabajo a mi hijo o a mi cuñado, yo te apaciguo a los trabajadores y si hace falta también los duermo. Y así empezó la vendetta. Más tarde vieron que con congresos y con cursos de formación, se podía cobrar y a cambio de no hacer nada, total los trabajadores no se enteraban de nada y así se hizo. Y ahora cuando los pillaron con las manos en la masa, ponen el grito en el cielo y como si nadie supiera de que va la cosa.

Y aún así de bien pillados, quieren poner cara de corderitos todos dóciles y que la culpa es de la patronal. No señor ahora ya no vale, habéis jodido cientos de años de derechos laborales y eso tiene su precio y yo espero que no se quede en esto y que los enchironen y les pongan cadenas y que sean condenados a cadena perpetua. No saben lo que han hecho, han destrozado las organizaciones de los trabajadores y eso es casi irrecuperable. Pero solo casi, pero por ese casi, se van a tardar muchos años en  recuperar los anteriores derechos. Pero que es la vida sin tener que volver atrás y para empezar de nuevo. Bueno algunos moriremos en el intento o como el Rey, con las botas puestas. Otro que sino abriera la boca y se pusiera a cazar mariposas, mejor nos iría a todos. Y me despido diciendo:  "por un referendum y si queremos la Monarquía".