Caillou que didáctico. Hoy recorre con sus Papis los pantanos y nos habla de papá rana y de libélulas y de bebés caimanes y Papi y Mami le explican con suma paciencia lo que hace cada animalito. Y les funden los mosquitos pero no matan ni uno, pues no es de buena educación para un niño cargarse a los mosquitos. Y ríen y aprenden y todo se desenvuelve con carcajadas y gracias estúpidas. Sinceramente me gusta mucho más la maldad y me gustaría que los caimanes se comieran a Caillou y a su puñetera familia.
Aunque pienso que tanta bondad sería malo para el estómago del Caimán y al final los vomitaría. La bondad es infumable y aburrida y es que cuando la bondad se exagera produce ronchas, sarpullidos y fuertes diarreas. Para ser alguien en la vida hay que ser malo o como decía mi madre, para ser alguien tienes que tener ambición y la ambición es ciega y si es ciega no distingue lo que es bueno de lo que es malo. Yo no tengo ambición de poder, pero si que tengo ambición de decir cosas y de manifestar mis pensamientos y para que se me escuche tengo que decir maldades y tener malos pensamientos.
Y eso que me gustaría ser más malo de lo que soy. Toda mi vida quise ser un mal bicho, solo que dios me dio una cara de buena persona. Supongo que para compensar mi espíritu malo con mi cara de bueno. Y con cara de buena persona, es imposible asentar bien tus maldades. Quedan como bravuconadas y fantasmadas y mira el tío éste que farol se echa. Pues no es así, ya que mi pensamiento es malo de malísimo y lo que hizo dios fue castigarme con ésta cara de papahostias. Si yo mismo me veo en el espejo y me digo, que tío más bueno y me dan ganas de coger un cuchillo de cocina y rajarme la cara de arriba abajo. Las cicatrices en la cara te endurecen el rostro y creo que mejor voy a ir al de cirugía estética y para que me ponga una buena raja en la cara. Y entonces el demonio ya será una mierda a mi lado.
Aunque pienso que tanta bondad sería malo para el estómago del Caimán y al final los vomitaría. La bondad es infumable y aburrida y es que cuando la bondad se exagera produce ronchas, sarpullidos y fuertes diarreas. Para ser alguien en la vida hay que ser malo o como decía mi madre, para ser alguien tienes que tener ambición y la ambición es ciega y si es ciega no distingue lo que es bueno de lo que es malo. Yo no tengo ambición de poder, pero si que tengo ambición de decir cosas y de manifestar mis pensamientos y para que se me escuche tengo que decir maldades y tener malos pensamientos.Y eso que me gustaría ser más malo de lo que soy. Toda mi vida quise ser un mal bicho, solo que dios me dio una cara de buena persona. Supongo que para compensar mi espíritu malo con mi cara de bueno. Y con cara de buena persona, es imposible asentar bien tus maldades. Quedan como bravuconadas y fantasmadas y mira el tío éste que farol se echa. Pues no es así, ya que mi pensamiento es malo de malísimo y lo que hizo dios fue castigarme con ésta cara de papahostias. Si yo mismo me veo en el espejo y me digo, que tío más bueno y me dan ganas de coger un cuchillo de cocina y rajarme la cara de arriba abajo. Las cicatrices en la cara te endurecen el rostro y creo que mejor voy a ir al de cirugía estética y para que me ponga una buena raja en la cara. Y entonces el demonio ya será una mierda a mi lado.
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