VOLCÁN EN ERUPCIÓN

Pues nada que volvió la grúa a funcionar, ya era mucha mi dicha y cuando estaba en el puto globo me hicieron bajar en picado. Y aquí estamos y sufriendo como un condenado a cadena perpetua, porque si sólo estás condenado a dos años, supongo que no sufrirás tanto. Pero no, yo sufro como el que más y sufro por todos vosotros y porque soy tan pecadores como yo. Nos gusta lo malo y lo siniestro, lo impúdico y lo obsceno, la verdad y por encima de la mentira. Vamos que nos gusta todo lo que no debe gustar y por tanto no nos gusta lo establecido y lo impuesto y por sus cojones, ni las verdades a medias, ni las medias mentiras. Nos gustan las verdades como puños y bien dichas a la cara.

Nos gusta la claridad en el horizonte y las tormentas de verano. Y no se porque digo que nos gusta, en cambio de decir que me gusta, pero bueno supongo que habrá cosas comunes entre nosotros. Las cosas claras y el chocolate espeso, se dice cuando demandas claridad. Y yo demando claridad y ante el engaño tolerancia cero. Y demando honestidad y por encima de la mentira. Y demando un mundo nuevo y en donde la pobreza brille por su ausencia y donde los ríos confluyan limpios sobre los mares y dejen de ser ríos que llevan mierda a raudales. Y el mar, que os voy a decir del mar que no se sepa, lo quiero limpio como una patena y reluciente como el oro.

Querer queremos muchas cosas, algunas son posibles y otras imposibles, aunque dudo mucho del concepto de lo imposible, porque al final, a mi todo me resulta posible y entonces, nada es imposible. Me gusta mucho  ese concepto, lo de nada es imposible. Y la verdad es que lo es, quizá ya no para algunos de nosotros y por tema de edad, pero para el resto y para los venideros, puede que ellos vean que lo imposible se convierte en posible. Y es que además no hay que limitarse mentalmente y porque si entras en esa rueda sin darte cuenta, vas limitando tú pensamiento y al final, les pones vozales y corsés.

El pensamiento debe ser lo más libre posible y porque si deja de ser libre, también deja de ser un pensamiento y simplemente se convierte en una demanda pragmática o sea se entra de lleno en el posibilismo. Y entonces y a partir de ese momento sólo se pedirán una lista de posibles. Y para eso están los Sindicatos, para imbuírnos de posibilismo y los Partidos oficiales para ofrecernos caramelos y ahora te doy y ahora ya no te doy y si me votas, te daré un caramelo y en realidad ese caramelo siempre se derrite y no te dan nada de nada.

Sólo te dan por el culo y además los muy capullos se sienten con el poder de hablar en tu nombre y dicen que el pueblo quiero esto y que ellos ahora dicen que no es posible, pues ellos dicen que son nuestros representantes y elegidos democráticamente y que según sus estudios, que siempre son sesgados y ciegos, no es el momento adecuado de darle eso al pueblo. Nunca lo es, ni lo será nunca y porque en realidad lo que pasa es que ellos no representan al pueblo, se representan a si mismos y como casta política y a los verdaderos amos del cotarro, que no son otros que los monopolios y sus imperios bursátiles. ¡Joder! como me calenté yo solito, estoy que ardo por los cuatro costados y mi cabeza es un volcán en erupción.

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JULIO CORTÁZAR