ASTROS Y ESTRELLAS

Ya me tengo que ir, mi reloj mental me lo está diciendo y supongo que ese reloj funciona por la observación de la luz que hay o que queda. Yo a la luz, a la luna, al sol, al mar y a los vientos los observo en cada día y veo que viento hace y si la mar está en calma o está embravecida o si la Luna está creciente, mengüante o está llena, lo que me falta para ser un buen boy scouts es saber observar al resto de los astros y en concreto me refiero, a las estrellas del cielo.

Y eso que me encanta verlas y observarlas, pero lo que yo no sé, es interpretarlas. Y mira que me lo propuse veces y veces y si veo un libro que hable de las estrellas me lanzo a él sin pensarlo dos veces. Pero primer problema, que después nunca lo leo y creo que sin leer no se pueden entender la mayoría de las cosas. Segundo problema, que las noches más claras y de buen avistamiento de estrellas, solía estar ocupado en otros asuntos más mundanos.

Sí y porque esa noches estelares, solía estar de acampada y delante tenía un buena y cálida hoguera y a veces una buena compañía y al final, una simple ojeada al cielo y venga ¡a meterse en la faena! y a tomar por el culo todas las estrellas del cielo y el firmamento entero. Y es verdad eso que dicen, que todo es muy bonito y precioso, pero que de eso no comen tus instintos más primitivos y claro, ante un cuerpo ajeno desnudo y dorado por el sol, no te queda otra que ir a por él y comértelo de un sólo bocado. Y así siempre
se acababa la noche.

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JULIO CORTÁZAR