No sé como deciros que empieza el declive y que esa misma película se repitió mil veces a través de la historia, y esa historia, es que después de un Imperio viene la decadencia humana. Por tanto no es ningún descubrimiento ni tampoco ningún truco de magia que me haya sacado de la manga, pasa con todo lo que fue un Imperio y también pasa con alguien que ha sido grande o que simplemente pensaba que lo era. No hace falta que sea un tío o tía reconocido por la plebe y que tenga millones de seguidores paranoicos, llega con que el o ella se sienta el rey o la reina del Universo.
Ahora para algunos empieza lo crudo, lo realmente alucinante, empieza el declive de una estrella que nunca fue estrella, pero que se lo creyó en su momento. Hoy vi unas fotos en un periódico de una de las divas del cine y pude apreciar y porque no soy ciego, que por muchos estiramientos y cirugías estéticas, las cejas ya le llegaban al suelo y su cuerpo era el de una oruga llena de arrugas y para quién vive de la imagen de su cuerpo esbelto, es como darle el golpe de gracia o el definitivo.
Y no me da pena y porque a sus 45 años tiene todo lo que yo en mi vida no pude tener, yo y unos cuantos millones de personas y por no decir, que casi toda la humanidad entera. Y además si yo tuve que asumir mi vejez y sacarle brillo y lustre, pues coño, que esa tipa, que es tan persona como lo soy yo, que se espabile y que asuma que la vida pasa y que se cumplen los años. Vamos, ¡que se lo curre y sude su cerebro!. Por tanto que asuma su vejez como los demás mortales, que se mire en el espejo y se diga, tía me estoy arrugando.
Y es que hoy alucinaba con los comentarios de que la Camerón Díaz se casaba con un rockero,del que no sé ni su nombre y que si era la soltera de oro y que si la boda se celebraba en su mansión de Beverly Hills y que si fueron invitados cuatro gilipollas ilustres, que por cierto ya tan guiñapos como ella. Y cuantas pajas echadas al nombre de su eminencia la Camerón y cuantos sueños rotos por su grimosa compañía y cuantos despertares sudorosos por culpa de quedarme con su pellejo en mi mano y todo porque las muñecas de porcelana son duras de tacto, pero son demasiado frágiles por dentro y más si están hechas a base de estiramientos y de diversos añadidos superpuestos.
Ahora para algunos empieza lo crudo, lo realmente alucinante, empieza el declive de una estrella que nunca fue estrella, pero que se lo creyó en su momento. Hoy vi unas fotos en un periódico de una de las divas del cine y pude apreciar y porque no soy ciego, que por muchos estiramientos y cirugías estéticas, las cejas ya le llegaban al suelo y su cuerpo era el de una oruga llena de arrugas y para quién vive de la imagen de su cuerpo esbelto, es como darle el golpe de gracia o el definitivo.
Y no me da pena y porque a sus 45 años tiene todo lo que yo en mi vida no pude tener, yo y unos cuantos millones de personas y por no decir, que casi toda la humanidad entera. Y además si yo tuve que asumir mi vejez y sacarle brillo y lustre, pues coño, que esa tipa, que es tan persona como lo soy yo, que se espabile y que asuma que la vida pasa y que se cumplen los años. Vamos, ¡que se lo curre y sude su cerebro!. Por tanto que asuma su vejez como los demás mortales, que se mire en el espejo y se diga, tía me estoy arrugando.
Y es que hoy alucinaba con los comentarios de que la Camerón Díaz se casaba con un rockero,del que no sé ni su nombre y que si era la soltera de oro y que si la boda se celebraba en su mansión de Beverly Hills y que si fueron invitados cuatro gilipollas ilustres, que por cierto ya tan guiñapos como ella. Y cuantas pajas echadas al nombre de su eminencia la Camerón y cuantos sueños rotos por su grimosa compañía y cuantos despertares sudorosos por culpa de quedarme con su pellejo en mi mano y todo porque las muñecas de porcelana son duras de tacto, pero son demasiado frágiles por dentro y más si están hechas a base de estiramientos y de diversos añadidos superpuestos.

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