HOY, DUDO

El ambiente está turbio, pero porque tiene que estarlo. No hay claridad sino hay primero turbidez. Es bueno y sano que las ideas se revuelvan, pero no como las pescadillas que se muerden la cola, sino que las ideas fluyan en el caos y que de ahí se saque algo. Ya sabéis el dicho: a río revuelto, ganancia de pescadores. Pues hoy mi puta cabeza es un río revuelto que no adorna sus orillas de lindas flores, sino más bien, de matorrales secos y espinosos. Y éste proceso, duele y porque me araña por mis adentros y me produce desgarros vaginales.

Si no digo una de las mías, yo no puedo dormir tranquilo, necesito tener siempre conmigo el sabor agrio de la ironía y porque sin la ironía, yo no soy nada. Vamos lo que quiero decir, es que me moriré irónicamente y con una media sonrisa que delatará mi estado. Pero hoy mi estado es más bien un estado de congoja o de estar acojonado, un poco de angustia salpimentada con otro poco de preocupación. El agua hierve a 100º o eso dicen, y yo hoy hiervo a temperatura ambiente, es decir, no necesito candela encendida para que por dentro esté lleno de burbujas.

Hoy me permito dudar de todo, hoy me concedo ese lujo. Dudo de mí y de mi existencia, dudo de lo que estoy escribiendo, dudo de que mañana seguiré escribiendo y sobre todo dudo, de que mañana seguiré vivo. Soy un Yo pensante que se ha perdido en un cruce de caminos y puede que tenga que retroceder sobre mis pasos y en ese mismo cruce, cogeré otro camino o puede que no, que sea el camino correcto y que simplemente me he encontrado con más obstáculos de los que yo pensaba. Más adelante sabréis en que acaba esto y así también os dejo, con parte de mis interrogantes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR