Parezco una escopeta de feria, por mucho que apunte nunca doy en la diana. Es verdad que a veces me aproximo, pero al día siguiente ya hago otro tiro más desacertado y entro en la desorientación del espacio tiempo. Yo tenía una idea equivocada, pensaba que escribiendo y escribiendo, sabría llegar a la esencia de algo o a la esencia de la vida y menudo desengaño, sé tanto de la vida ahora como antes. Pensaba que desgranando sus partes, pensaba que sopesando sus interrogantes, daría con su esencia. Lo único que he conseguido es mejorar el análisis de sus partes.
Bueno, era una quimera, era un sueño de una noche de invierno, pues ésta aventura del escribir empezó en un noche de Febrero de hace dos años. Y la cosa sigue su rumbo, pero ahora creo que el rumbo me llevará a ninguna parte y al final el Blog, se quedará en reflexiones sobre cosas puntuales o cotidianas. Porque hoy en día me siento más perdido que un pulpo en un garaje, tengo más de 4.000 escritos sobre mi chepa y no me escasean las ideas, lo que me falta es saber que objetivo tengo por delante.
A lo mejor simplemente es, el escribir por escribir, porque me gusta y disfruto con ello. Pero aparte de éste tiene que haber otro, otro que con tanto escribir se me ha escapado de las manos. No sé, quizá no haya nada y soy yo el que me creo esa sensación. Yo creo que pensaba que iba a descubrir el como se hizo el Universo o como se creó el Mundo y poco a poco fui bajando las escaleras que llevan a la realidad cotidiana y cuando me dí de bruces con ella, me dí cuenta que el Mundo sigue dando las mismas vueltas que antes. Saber los secretos de la vida, es tarea de dioses y por lo menos se necesita tener la misma perspectiva que tienen ellos desde el cielo. Desde aquí abajo, es tarea imposible.
Bueno, era una quimera, era un sueño de una noche de invierno, pues ésta aventura del escribir empezó en un noche de Febrero de hace dos años. Y la cosa sigue su rumbo, pero ahora creo que el rumbo me llevará a ninguna parte y al final el Blog, se quedará en reflexiones sobre cosas puntuales o cotidianas. Porque hoy en día me siento más perdido que un pulpo en un garaje, tengo más de 4.000 escritos sobre mi chepa y no me escasean las ideas, lo que me falta es saber que objetivo tengo por delante.
A lo mejor simplemente es, el escribir por escribir, porque me gusta y disfruto con ello. Pero aparte de éste tiene que haber otro, otro que con tanto escribir se me ha escapado de las manos. No sé, quizá no haya nada y soy yo el que me creo esa sensación. Yo creo que pensaba que iba a descubrir el como se hizo el Universo o como se creó el Mundo y poco a poco fui bajando las escaleras que llevan a la realidad cotidiana y cuando me dí de bruces con ella, me dí cuenta que el Mundo sigue dando las mismas vueltas que antes. Saber los secretos de la vida, es tarea de dioses y por lo menos se necesita tener la misma perspectiva que tienen ellos desde el cielo. Desde aquí abajo, es tarea imposible.
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