Es verdad que todo avanza, pero también es verdad que a veces la cosa da unos saltos cualitativos que te cagas y hacia delante o hacia detrás. Hay días en que te levantas claro y nítido y no tienes un solo pensamiento que se quede sin resolver y en otros te llevas la sorpresa de que lo que ya pensabas que estaba superado, te vuelve con mayor crudeza. Por eso, por eso somos seres humanos, porque no todos los días son iguales y menos lo somos nosotros, respecto a ellos. Eso, que no somos putas máquinas de hacer las cosas.
Aunque en mi caso, a veces lo dudo y lo dudo porque puedo hacer mil cosas al mismo tiempo. Podía ser un Don, pero no llego a tanto. En tal caso, un Donito, un pequeño Donito (que es como un Donust pero sin agujerito) que me regaló Dios por mi cumpleaños. Que ya me pasó y no hace tanto tiempo, como unos tres años, que tuve una fase en que me creí un superdotado y para caer de la burra me costó su tiempo. Y al final, todo era un problema de la medicación, que había que aumentar o bajar las dosis. O sea que ya estoy escarmentado para no sentirme el rey del Mambo.
Aunque ya quisieran las psiquiatras que todo se resolviera a base de sustancias naturales o sintéticas. Estás deprimido, pues toma antidepresivos, estás eufórico pues toma pastillas atontaderas y así te quedas guiñapo. El tema es mucho más complicado, el tema nunca se resolverá del todo y ¡menos mal! que no se resolverá del todo, porque sino figuraros como nos controlarían desde la base de datos: en ésta sección se necesita levantar el ánimo, pues toma unos cuantos camiones de anfetas o de como se llamen...

No hay comentarios:
Publicar un comentario