DECISIONES

Hay decisiones que se toman porque sí, porque te dice el cuerpo que hay que tomarlas, que algunas de tus vísceras te está diciendo que sí y que es el momento y que es el sitio y el lugar apropiados y como no te decidas seguramente vas a perder el tren. Son decisiones a ciegas o viscerales, pues no te da tiempo a sopesar las cosas y a hacer análisis muy sesudos, pero tu sabes por dentro, que si no te decides vas a perder una nueva oportunidad.

El tren pasa, pero no siempre pasa dos veces, a veces sí y otras veces, no. Por tanto en situaciones así, no vale el decir que esperaré a que pase el próximo tren y o te montas y subes o te quedas en la puñetera estación. Que nadie espere a que las cosas les vengan claritas y masticadas, las cosas vendrán así, cuando casi no tienen importancia y son una nimiedad. Las cosas importantes te vienen de sopetón y sin avisar.

Las grandes decisiones se toman en un momento en concreto y en un segundo de vida. Y es verdad, que si estás confuso y aturdido, te acogerás al aplazamiento, pero si estás contento, bien y dispuesto a comerte el mundo, esa decisión te durará un instante. Porque en realidad no necesitas más tiempo, tus vísceras y cerebro hablan por ti y sino las oyes mejor será que te dediques a la vida contemplativa, que aún queda por ahí, mucho jipi suelto o budista, que se siguen dedicando a la meditación. Ahora si quieres ser un tío con dos cojones o una tía con dos ovarios, tienes que tomar una decisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fernando Pessoa. "Yo plural"

  «Si, después de que muera, se quisiera escribir mi biografía. Nada más sencillo. Solo tienen dos fechas: la de mi nacimiento y la de mi mu...