Yo sé que a veces resulto ser un bruto y por que digo las cosas con demasiada crudeza. Pero hablando en plata ¿qué es mejor?, ir con la verdad por delante o ir con el rollo a medias. Porque éste último método es muy fácil: primero te unto un poco y después tranquilamente te doy por el culo. Y ante esto hay un problema por mi parte, que a éstas alturas yo ya no estoy para untar a nadie, prefiero el hachazo al principio que por el medio o al final.
Si a lo mejor tuviera un problema de dependencias y el que no me gusta el estar sólo, a lo mejor adornaba un poquito la cosa. Pero yo sólo estoy cojonudamente y además, me quiero un huevo. No necesito tener a alguien a mi lado para sentirme seguro. De esa teta ya chupé otras veces, de la teta compasiva y de la teta de sentirte protegido. Vamos, que no quiero decir que rechace una teta, eso ni de coña, pero ya hablo de tetas figurativas. Las de verdad, me las quedo todas y no las comparto con nadie.
Yo a una Isla desierto me llevaría tres cosas: agua, comida y una teta y no me importa que sea de plástico o de silicona perfumada o incluso, me llevaría un queso de tetilla. No sé, tengo carencia y a lo mejor es porque mi madre no me dio de mamar teta. La verdad es que nunca se lo pregunté y porque de niño podía recibir una buena ostia como respuesta y de mayor, porque dejó de interesarme su teta y empezaron a gustarme otras y de repente, el mundo se llenó de tetas. Y han pasado 59 años y siguen las tetas brotando a mi alrededor y ¡de qué manera!. Si hasta a veces sueño con tetas voladoras y como si fueran lindas maripositas batiendo sus alas. No, si al final tendré que volver al psiquiatra a que me aumente las dosis...
Si a lo mejor tuviera un problema de dependencias y el que no me gusta el estar sólo, a lo mejor adornaba un poquito la cosa. Pero yo sólo estoy cojonudamente y además, me quiero un huevo. No necesito tener a alguien a mi lado para sentirme seguro. De esa teta ya chupé otras veces, de la teta compasiva y de la teta de sentirte protegido. Vamos, que no quiero decir que rechace una teta, eso ni de coña, pero ya hablo de tetas figurativas. Las de verdad, me las quedo todas y no las comparto con nadie.
Yo a una Isla desierto me llevaría tres cosas: agua, comida y una teta y no me importa que sea de plástico o de silicona perfumada o incluso, me llevaría un queso de tetilla. No sé, tengo carencia y a lo mejor es porque mi madre no me dio de mamar teta. La verdad es que nunca se lo pregunté y porque de niño podía recibir una buena ostia como respuesta y de mayor, porque dejó de interesarme su teta y empezaron a gustarme otras y de repente, el mundo se llenó de tetas. Y han pasado 59 años y siguen las tetas brotando a mi alrededor y ¡de qué manera!. Si hasta a veces sueño con tetas voladoras y como si fueran lindas maripositas batiendo sus alas. No, si al final tendré que volver al psiquiatra a que me aumente las dosis...

No hay comentarios:
Publicar un comentario