Simplemente hay que dejar pasar las cosas, ellas tienen su propio ritmo y su cadencia determinada y nadie debe romper su secuencia, a no ser, que uno quiera arriesgarse a que salgan mal las cosas. Bueno, pues esto que ya debía saber y debía saberlo de pe a pa, pero no, yo no me lo aplico y todo es debido a mi impaciencia. Yo tengo una necesidad compulsiva de ir resolviendo las cosas y cada cosa nueva que surga, la quiero resuelta de inmediato. Claro que las cosas no siempre van como uno previamente pensaba y muchas veces me veo obligado a improvisar por el camino.
Supongo que ésta actitud es debida a que antes pensaba demasiado las cosas y me quedaba en eso, en sólo pensarlas y lo de actuar o participar se lo dejaba para otros. Sí, yo vegeté por la vida demasiado tiempo, bueno, demasiado tiempo para mi gusto y de tanto vivir en la puta higuera, ahora me hace reacionar hacia lo contrario. Está claro, que yo busco el equilibrio, supongo que como todos, pero en realidad para mí el equilibrio no existe, pues lo mío es andar a bandazos y ayer estaba como fumado y hoy, soy el puto amo de las decisiones inmediatas.
No, yo no conozco la paz interior, esa que te deja satisfecho por las dos partes. Yo sólo conozco la paz esquizofrénica, la de hoy estoy en un extremo y después, estoy en el otro. Y he tardado mucho tiempo, quizás demasiado, en entender mi propio funcionamiento y la cuestión es esa, que yo no nací para ser un tío equilibrado. Yo nací escorado hacia un lado y eso mismo me llevó a escorarme al lado contrario y así sucesivamente. Por tanto concluyo, que mi equilibrio está en los dos extremos y el tema, es no dejarme llevar demasiado por uno de ellos.
Supongo que ésta actitud es debida a que antes pensaba demasiado las cosas y me quedaba en eso, en sólo pensarlas y lo de actuar o participar se lo dejaba para otros. Sí, yo vegeté por la vida demasiado tiempo, bueno, demasiado tiempo para mi gusto y de tanto vivir en la puta higuera, ahora me hace reacionar hacia lo contrario. Está claro, que yo busco el equilibrio, supongo que como todos, pero en realidad para mí el equilibrio no existe, pues lo mío es andar a bandazos y ayer estaba como fumado y hoy, soy el puto amo de las decisiones inmediatas.
No, yo no conozco la paz interior, esa que te deja satisfecho por las dos partes. Yo sólo conozco la paz esquizofrénica, la de hoy estoy en un extremo y después, estoy en el otro. Y he tardado mucho tiempo, quizás demasiado, en entender mi propio funcionamiento y la cuestión es esa, que yo no nací para ser un tío equilibrado. Yo nací escorado hacia un lado y eso mismo me llevó a escorarme al lado contrario y así sucesivamente. Por tanto concluyo, que mi equilibrio está en los dos extremos y el tema, es no dejarme llevar demasiado por uno de ellos.
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