En el tema del amor no sobran cosas, en tal caso siempre faltan. No sé el porqué pero casi siempre te quedas corto, claro que en las pocas veces que me he pasado de largo, ya me dí cuenta que no merece la pena pasarse de límite. Que después pasa que te quedas colgado como un piojo de cuerpo ajeno y a medida que pasa el tiempo idealizas más y más a esa persona y para quitarte esa colgadera tienen que pasar siglos y siglos y que por el medio que haya ocurrido algún cataclismo. Es de esas veces en la vida en que te gustaría repetir esa historia y repetirla para así darle un escarmiento a la otra persona o sea, que ella fuera la que se quedó colgada y tu libre como un pajarito.
En el fondo son aires de venganza, son ganas de que la otra persona las pase canutas o más o menos como tú lo has pasado, ni más ni menos y en su justo punto de sufrimiento y si es un poco más, tampoco pasaría nada. Porque no digamos que esas ganas de venganza se curan con los años, en tal caso se amortiguan y porque por el medio ha pasado mucha vida, pero ese resquemor nunca se apaga y por eso queda resguardado en el fondo de tu memoria. Quieres sangre, sudor y muchas lágrimas y también un poco de que te suplique y porque de esto último también has ejercido. Y tener que suplicar es muy duro, el suplicar y el rogar no deberían existir.
Bueno, yo creo que lo he hecho en ocasiones muy contadas, yo creo que en una ocasión y como mucho en dos, pero han sido suficientes para salir escarmentado. Yo creo que no hay cosa más baja y arrastrada, que el rogar de rodillas, que ser una puta plañidera que llora, que por favor hazme caso que me siento muy mal y claro, ante semejante humillación, la otra persona se crece y te da unas hostias de desprecio que simplemente te cagas por la pata abajo. Y es que una vez que fuíste vilmente humillado, ya te quedas definitivamente desvirgado y la verdad, es que ya no estás para otra. Ahora, ¿qué sería del amor sin humillación?, pues nada y porque en la letra pequeña viene puesto: un día alguien te dará por el culo y porque también tú lo has hecho y de esa guisa por fin entenderás el como funciona la vida.
En el fondo son aires de venganza, son ganas de que la otra persona las pase canutas o más o menos como tú lo has pasado, ni más ni menos y en su justo punto de sufrimiento y si es un poco más, tampoco pasaría nada. Porque no digamos que esas ganas de venganza se curan con los años, en tal caso se amortiguan y porque por el medio ha pasado mucha vida, pero ese resquemor nunca se apaga y por eso queda resguardado en el fondo de tu memoria. Quieres sangre, sudor y muchas lágrimas y también un poco de que te suplique y porque de esto último también has ejercido. Y tener que suplicar es muy duro, el suplicar y el rogar no deberían existir.
Bueno, yo creo que lo he hecho en ocasiones muy contadas, yo creo que en una ocasión y como mucho en dos, pero han sido suficientes para salir escarmentado. Yo creo que no hay cosa más baja y arrastrada, que el rogar de rodillas, que ser una puta plañidera que llora, que por favor hazme caso que me siento muy mal y claro, ante semejante humillación, la otra persona se crece y te da unas hostias de desprecio que simplemente te cagas por la pata abajo. Y es que una vez que fuíste vilmente humillado, ya te quedas definitivamente desvirgado y la verdad, es que ya no estás para otra. Ahora, ¿qué sería del amor sin humillación?, pues nada y porque en la letra pequeña viene puesto: un día alguien te dará por el culo y porque también tú lo has hecho y de esa guisa por fin entenderás el como funciona la vida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario