LAS COMPRAS Y DEMÁS ASUNTILLOS

Me tengo que ir a cortar el pelo, el poco pelo que me queda, pues pasa que como es poco se adhiere con fuerza a la grasa del cuero cabelludo y da un aspecto tirando a asqueroso. Que nadie piense que yo no soy presumido, lo soy y lo soy mucho, pero como decía la canción, lo soy a mi manera. Lo que quiero decir, es que no uso ropa de marca y la que tengo de marca, es porque simplemente me ha gustado o zapatos o bambas o lo que quieras. Yo mezclo y mezclo mucho, me pongo algo bueno y de alto precio con algo pobre y de poco dinero. Vamos que voy de yin yan y a quién le guste, le estaré muy agradecido y a quién no, que le den por el culo.

Yo en ésta materia soy autodidacta o sea que aprendo yo solito. Y por supuesto, las modas me las paso por el forro de ya se sabe donde y los consejos de revistas, pues también. Las críticas de los amigos ya no, esas críticas son como el oro de 20 quilates, las aprecio y las considero y porque sé que no llevan mala baba. Pero eso sí, me cuesta ir a comprar y sobre todo es porque me mareo y me incomodo con los probadores. Me parece una cutrería el medio desnudarte detrás de una podrida cortina y venga a probar cosas y cosas, que llegado su momento ya me empiezan a dar igual el como me queden.

A mi me gusta comprar por tallas y si después en casa y tranquilamente, veo que la prenda me queda muy mal, prefiero volver al comercio y devolverle o cambiarle la mercancía. Yo reconozco una cosa, que soy un tío raro, pero también tengo claro, que gracias a los tíos raros se puso a funcionar el mundo o eso me pongo a pensar cuando me siento raro, e insisto que para eso está, para consolarte cuando te sientes fuera de onda. Yo sería el candidato ideal para comprar por Internet, pero al Internet le falta algo, que el producto no se puede palpar y ver tal cual es.

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