Me doy cuenta que a veces parezco un consejero matrimonial y porque me enzarzo y sin darme cuenta, en dar consejos sobre el como se deben hacer las cosas. Y pido perdón, pido perdón porque yo no soy nadie para dar consejos y menos, sobre el como se debe funcionar. Yo siempre tuve un principio, que es que mi vida es mía y que yo actúo bajo la perspectiva de mi experiencia y nada más y eso deja muy claro, que solo me sirve a mí. Pero bueno, pasa que cuando me lanzo, lo hago muchas veces sin paracaídas y hasta que no toco tierra, no me doy cuenta de ello. Además, ya debía tener superada mi anteriores épocas de dar consejos y porque tuve momentos en mi vida, en que me sobraban los consejos y porque sentía una claridad apabullante.
Bueno, esa claridad aún la conservo y es más, hasta la he profundizado y modernizado, pero también es verdad, que la he hecho más mía. Vamos, que me la reservo para resolver mis entuertos y no los de los otros. Ahora soy un buen tío y antes lo era por épocas y por momentos, solo que ahora me he hecho más íntimo y retorcido o sea, me he hecho más perro viejo y por eso sé, que yo tengo mi propia forma de ladrar al mundo y que cada uno, tiene la suya propia. Por tanto, vuelvo a pedir perdón por los consejos vitales, porque yo puedo contaros mi vida y por capítulos, pero no soy nadie para ir pregonando manuales de actuación.
El mundo no está hecho de buenos y malos, el mundo está hecho de personas y que algunas son malvadas desde su nacimiento y que otras, son personas cambiantes y a veces, son buenas personas y otras veces, no tanto. Y yo me incluyo en el segundo grupo y supongo que la mayoría también se incluyen y porque dentro de nuestros derechos, está el reconocer que las personas cambian. Bueno, el fondo siempre se conserva o sea puede ser una mala persona, pero con el fondo de bueno o sea, serás mala persona de forma transitoria y hasta que cambien las cosas. Ser buena o mala persona, es opcional y la vida te va añadiendo datos y hechos y para que tomes las mejores decisiones, pero al final, tendrás que decidir si quieres ser una buena o mala persona.
Bueno, esa claridad aún la conservo y es más, hasta la he profundizado y modernizado, pero también es verdad, que la he hecho más mía. Vamos, que me la reservo para resolver mis entuertos y no los de los otros. Ahora soy un buen tío y antes lo era por épocas y por momentos, solo que ahora me he hecho más íntimo y retorcido o sea, me he hecho más perro viejo y por eso sé, que yo tengo mi propia forma de ladrar al mundo y que cada uno, tiene la suya propia. Por tanto, vuelvo a pedir perdón por los consejos vitales, porque yo puedo contaros mi vida y por capítulos, pero no soy nadie para ir pregonando manuales de actuación.
El mundo no está hecho de buenos y malos, el mundo está hecho de personas y que algunas son malvadas desde su nacimiento y que otras, son personas cambiantes y a veces, son buenas personas y otras veces, no tanto. Y yo me incluyo en el segundo grupo y supongo que la mayoría también se incluyen y porque dentro de nuestros derechos, está el reconocer que las personas cambian. Bueno, el fondo siempre se conserva o sea puede ser una mala persona, pero con el fondo de bueno o sea, serás mala persona de forma transitoria y hasta que cambien las cosas. Ser buena o mala persona, es opcional y la vida te va añadiendo datos y hechos y para que tomes las mejores decisiones, pero al final, tendrás que decidir si quieres ser una buena o mala persona.
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