ESTALLIDOS

Bueno hoy me estoy vengando y porque después de dos días de absoluto silencio hoy me despacho a mis anchas. Está bien tener pequeños y adorables descansos y porque durante ese tiempo las ganas de escribir aumentan y hasta se hacen insoportables. Y más si durante ese pequeño paréntesis estuviste ocupado y ocupado en asuntos laborables y porque de eso vivo y respiro y además gracias a ello, creo que otras personas también pueden vivir y respirar a mi costa o a costa de mi trabajo, pero bueno no nos echemos faroles patateros y no nos pongamos a decir, que voy por ahí salvando vidas, porque algunas he salvado, pero no hay que tirarse el moco y porque otras muchas se me han escapado de las manos y porque la muerte cuando quiere llevarse a alguien de verdad, no da opciones, ni posibles soluciones.

Vamos a ver, de héroe que vaya otro, otro que necesite ser endiosado, otro necesitado de cariño admirativo, otro que se siente mejor por ser el amo del tinglado, pero yo ya no, yo ya paso de ese tema y porque ya estoy acostumbrado a cumplir mi labor en el más estricto silencio. Las palmaditas en la espalda las necesité en su día y eran tiempos inseguros y dubitativos, pero ahora que estoy en la cumbre o cerca de ella, no tengo necesidad de pamplinas y de falsos encumbramientos. Hoy me llega cumplir con lo que hay que cumplir y hacerlo lo mejor posible y que después de esa faena, se me conceda el tiempo necesario para mis tareas alternativas y como son:  el escribir, el darse unos paseos, el estar con mis hijos y por supuesto, dejarme acariciar por el calor de mi estufa de leña.

Tampoco pido tanto y podía pedir más y mucho más, podía pedir por ejemplo más amor a mi alrededor, más ternura, más cariño y más amistad y la verdad, es que lo pido y lo exijo, pero como tampoco me gusta llorar para no obtener nada o muy poco, pues lo pido o lo exijo y si me cae algo, pues mejor que mejor y si no me cae, pues nada, que viviré de las limosnas que me vayan cayendo. La vida nunca es lo que se quiere, la vida a veces se puede aproximar, sólo pasa que de vez en cuando hay un estallido dentro de ti y ahí, es donde te subes o te bajas a esa explosión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CAÍDA de Batania

Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...