El caso es ir tirando, dicen algunos y para mi esa frase conformista y dejada es una puta ofensa y porque no soporto la mediocridad del que piensa que la vida es un arrastre. La vida rastrera sí que es y es rastrera, bajuna, dura, maleducada, trapichera y a veces, es injusta, pero no sería justo quedarme solo con la cara mala de la vida y porque a veces la vida es espléndida, amable, sincera, valiente e inmensa. Lo de ir tirando no está dentro de mi vocabulario y no lo estará nunca y esto lo digo, porque o estuve jodido y bien jodido y estuve bien o muy bien, pero nunca estuve en el lado arrastrado de la vida. Hombre y siendo sincero, estuve más tiempo en el lado oscuro, pero como la medida del tiempo es relativa, el resultado final, es más o menos igual.
Y es que las veces que he estado bien y tal como estoy ahora, ha sido la explosión de las sensaciones y de los sentimientos y solo eso, lo compensa todo. Y eso que tuve mis épocas de pasado y deprimido, pero ya sabéis lo que pasa, que lo malo sabe a menos malo cuando todo está pasado y además, en cuanto entra lo bueno, lo malo desaparece del mapa, aunque aquí hay trampa, pues la tendencia es tirar a pensar que lo malo ha desaparecido para siempre y eso sí que no y porque la vida es una puta noria que da vueltas y vueltas y hay que pensar que un día estás arriba y otro día, estás abajo. Y arriba y abajo y abajo y arriba y cuando estás arriba te importa un carajo lo de abajo y cuando estás abajo echas de menos lo de arriba.
Pues eso, si la vida es una puta noria que nunca se para, pues pasa que nosotros pensamos que podemos pararla donde nos plazca y no señor, la vida se para donde ella decide y nosotros solo decidimos donde sentarnos. Ya veis que yo tengo un extenso compendio de varios tomos de filosofía barata o de filosofía de andar por la vida o por casa, pero coño, con esa filosofía tan primaria, yo llevo viviendo 60 años y es más. ahora que acabo de cumplir 60 años, la vida me acaba de regalar unas ganas increíbles de seguir viviendo y entonces, ¡qué viva la noria y la madre que la parió!.
Y es que las veces que he estado bien y tal como estoy ahora, ha sido la explosión de las sensaciones y de los sentimientos y solo eso, lo compensa todo. Y eso que tuve mis épocas de pasado y deprimido, pero ya sabéis lo que pasa, que lo malo sabe a menos malo cuando todo está pasado y además, en cuanto entra lo bueno, lo malo desaparece del mapa, aunque aquí hay trampa, pues la tendencia es tirar a pensar que lo malo ha desaparecido para siempre y eso sí que no y porque la vida es una puta noria que da vueltas y vueltas y hay que pensar que un día estás arriba y otro día, estás abajo. Y arriba y abajo y abajo y arriba y cuando estás arriba te importa un carajo lo de abajo y cuando estás abajo echas de menos lo de arriba.
Pues eso, si la vida es una puta noria que nunca se para, pues pasa que nosotros pensamos que podemos pararla donde nos plazca y no señor, la vida se para donde ella decide y nosotros solo decidimos donde sentarnos. Ya veis que yo tengo un extenso compendio de varios tomos de filosofía barata o de filosofía de andar por la vida o por casa, pero coño, con esa filosofía tan primaria, yo llevo viviendo 60 años y es más. ahora que acabo de cumplir 60 años, la vida me acaba de regalar unas ganas increíbles de seguir viviendo y entonces, ¡qué viva la noria y la madre que la parió!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario