LA DISCIPLINA

Yo entiendo que no se me entienda y porque soy extraordinariamente raro y mis razonamientos son como cuerdas de nudos y además, todo mis argumentos acaban en lo mismo, ¿porqué carallo estamos aquí?. Y a éstas alturas de la vida ese misma pregunta ya no es tan importante y lo era en tiempos más jóvenes, en tiempos en que lo más importante era el saber de todo y en ese todo, estaba el comprender el secreto de la vida. Pero bueno, fueron pasando los años y ese secreto sigue escondido y su importancia fue bajando escalones y porque ha cambiado tu forma de ver las cosas y porque de alguna forma te haces más pragmático y el ¿porqué? lo dejas de lado y la pregunta que te haces cada día, es ¿como puedo seguir viviendo? y ¿para qué?.

Pues para cambiar el mundo ya no y porque sabes que puedes cambiar unas cuantas cosas, pero el todo es imposible y porque no te queda tiempo y por las energías se agotan. De todas formas el problema real es el seguir viviendo en el día a día y el fijarse y anotar lo que te estimula y con esas herramientas ya tienes medio camino hecho y el resto, son producto de la disciplina: sí, esa que te obliga a levantarte, a ponerte de pie y a tener que currar. Porque yo no tengo dudas de que tengo que currar y porque no me permito semejante lujo. Y tengo que currar y ya está y es el mismo planteamiento que haces para el comer, para el dormir y para todas esas tareas concretas que sí o sí tienes que hacer.

La disciplina es necesaria y hay muchas cosas que se hacen por disciplina diaria y porque las tienes que hacer. Yo esto lo entendí un día que fui a currar de resaca, de asquerosa y puta resaca y noté que mi cabeza era una mierda de cabeza y que mi alma seguía borracha, pues ese día me vino la luz y comprendí que no podía actuar así. Y mira que pasé años dependiente del alcohol y la botella era mi forma de ser y de estar, pero aún así y todo, respeté aquella decisión y el día anterior al curre, no privaba y por esa razón, yo creo que me fui salvando de la quema. Ahora ya no, ahora ya no le tengo miedo al tema y por una simple razón, llevo cuatro años sin probar una gota de alcohol, bueno, no le tengo miedo, pero sí que le tengo mucho respecto y porque a veces, la botella aparece y desaparece de mi mente y puede que algún día se vacíe en mi interior. Bueno pues para esas cosas está la Policía Local de mi Pueblo, para hacer conmigo una labor de prevención y cuando ellos noten que estoy pensando en la botella, van y que me encierren en la prisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LA CAÍDA de Batania

Fue mi historia con ella como tirarse del décimo y encontrarse en el aire con una mujer que se había lanzado del noveno: pensé que nos unía ...