Si pasa y pasa que las cosas pasan y que nunca nos deberíamos quedar atrapados en un problema o en un mal rollo, pero de la teoría a la práctica hay un trecho y es cuando me pregunto: ¿para que vale tanta teoría?...Pero bueno, a mi me vale y porque soy como un burro con una zanahoria delante y si me falta la zanahoria, no puedo seguir adelante y porque me faltaría la misma vida y se me congelaría la sangre. Yo no sé caminar por la vida sin teorizar las cosas y necesito tener siempre un objetivo claro y sino lo tengo, me lo invento y asunto concluido. Hay gente que no, hay gente que va a salto de mata y lo que llama más mi atención, es que muchos o algunos, siguen tan contentos en su recorrido vital.
Y yo estaría todo desquiciado y entonces ¿qué hago?, ¿hacia donde voy? y ?porqué hago esto y no lo otro? y mi vida, sería una auténtica comedura de coco. Y es que yo si quiero algo, es porque previamente lo tengo planificado, pero de una manera un tanto general y porque tampoco me siento tan puntilloso como para no dar cabida a la espontaneidad y porque lo espontáneo me atrae y aunque no le encuentre un sentido real, me gusta volar con sus alas invisibles y hacia otro destino nuevo. Por tanto, tengo que estar todo el tiempo planificando, planificando lo previamente pensado y al mismo tiempo, planificando lo que vaya surgiendo.
Y sí, si que me dejo llevar..., sí que me dejo llevar por mi imaginación desbordante, sí que me dejo llevar por mis sentimientos, sí que me dejo llevar por mis sensaciones y pienso que a veces, hasta me dejo llevar por mis temores...y eso sí que me duele, que mis temores tomen las riendas de mi vida y me lleven hacia su oscuridad y por eso, cuando me encuentro obstruido y perdido, acudo a mi tabla de salvación, que es mi razonamiento planificado. No sé, otros acuden al misticismo o a un ser superior y para que éste le solucione su inoperancia, porque esa es otra, tú te quedas inoperativo, pero que venga dios y te lo solucione...y claro, así están los acólitos de algo, así están de descerebrados y así están de improductivos, pero en el fondo pienso que...que mejor están así, porque si no se les daría por hacer Cruzadas y venga a matar sarracenos y en nombre de Dios.
Y yo estaría todo desquiciado y entonces ¿qué hago?, ¿hacia donde voy? y ?porqué hago esto y no lo otro? y mi vida, sería una auténtica comedura de coco. Y es que yo si quiero algo, es porque previamente lo tengo planificado, pero de una manera un tanto general y porque tampoco me siento tan puntilloso como para no dar cabida a la espontaneidad y porque lo espontáneo me atrae y aunque no le encuentre un sentido real, me gusta volar con sus alas invisibles y hacia otro destino nuevo. Por tanto, tengo que estar todo el tiempo planificando, planificando lo previamente pensado y al mismo tiempo, planificando lo que vaya surgiendo.
Y sí, si que me dejo llevar..., sí que me dejo llevar por mi imaginación desbordante, sí que me dejo llevar por mis sentimientos, sí que me dejo llevar por mis sensaciones y pienso que a veces, hasta me dejo llevar por mis temores...y eso sí que me duele, que mis temores tomen las riendas de mi vida y me lleven hacia su oscuridad y por eso, cuando me encuentro obstruido y perdido, acudo a mi tabla de salvación, que es mi razonamiento planificado. No sé, otros acuden al misticismo o a un ser superior y para que éste le solucione su inoperancia, porque esa es otra, tú te quedas inoperativo, pero que venga dios y te lo solucione...y claro, así están los acólitos de algo, así están de descerebrados y así están de improductivos, pero en el fondo pienso que...que mejor están así, porque si no se les daría por hacer Cruzadas y venga a matar sarracenos y en nombre de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario