UNA CASA Y UN ESCRITOR

Y no sé si acabo de meter la pata..pues me acabo de matricular en un curso de escritura y al cual y para venderlo mejor, siempre le ponen un sello un tanto pedante y rimbombante: "Taller de escritura creativa" y porque lo de escritura al parecer se les queda muy corto y además, hoy en día está muy de moda la palabra "creativa" y sino picas por una cosa, picarás por la otra o por las dos. Pues yo sólo piqué por lo de la escritura y para dotarme de mejores herramientas y porque además pasa que ésta Isla es lo que es y es pequeñita y muy coqueta, pero de escritores anda muy cortita. Bueno, hay algunos colgados que vienen de fuera o sea, que son forasteros y que dicen o por lo menos lo dicen en el periódico local, que éstas Isla es ideal para inspirarse y ¡voy yo y me lo creo!.

Yo el único sitio ideal que ahora recuerde, era el entorno en que se recreaba una película: una hermosa casa de madera y con una preciosa chimenea y el mar lamía los pies de la casa ya que estaba situada en una playa virgen. Y el viento, el mar, las olas y las velas y las velas porque se iba las luz todos los días y la salitre y el sol e iba a decir, las Gaviotas, pero a las Gaviotas las odio desde hace mucho tiempo y porque en realidad pienso, que son ratas con alas y sus graznidos me confunden con los chirridos que emiten las asquerosas ratas. Cada uno tiene sus propias manías y yo a las Gaviotas las tengo atravesadas y ya está y que no se hable más de éste asunto.

Pues el escritor que se iba a esa casa, era de los típicos tópicos: alto y delgado, guaperas de cara y con ese encanto entre tío interesante y tío medio dejado e iba sin tía, iba sin tía hasta que llegó una tía y entonces y como tenía que ser en una película, se empezó a liar la cosa y un polvete y otro polvete y a ver si escribo durante un rato o sea entre polvete y polvete y yo pienso que no se puede escribir entre polvete y polvete y porque los polvetes si son buenos y pasionales, te dejan noqueado y las palabras se quedan en la nebulosa de ese vacío. Bueno, pues al final de los finales, el tío escritor se queda hecho un cristo y a la tía le pasa otro tanto y cada uno se va por su lado y lo que más me jodió del tema, es que el escritor deja sola aquella maravillosa casa y porque en realidad su historia era una mierda pastelera.

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JULIO CORTÁZAR