¿FELIZ?

Os voy a contar un secreto: yo soy demasiado melancólico para vivir rodeado de tanta luz, necesito más luz tenue, más nubes, más tristeza en el ambiente, más verde serán mis valles, más lluvias torrenciales, más hojarasca bailando en el aire...Yo no nací entre tanto calor y os recuerdo que yo nací en un día 5 de Febrero y era un día muy lluvioso y muy frío y porque así tenía que ser y así estaba escrito. Por tanto, estoy marcado desde mi nacimiento y esto le he comprendido ahora y por eso concluyo, que nunca es tarde para comprender o entender las cosas. Ahora he entendido a mi parte oscura y ¡coño! me declaro melancólico y desde las pies a la cabeza. Bueno, eso no quiere decir que no me guste el sol, porque no es así, me gusta el sol pero en su momento y en su tiempo y para ello tuvo el Verano, para explayarse sin límites.

Pero el Verano ya pasó, llevamos un mes de Otoño y sigue casi el mismo calor del verano. No sé, sigo empeñado en que no se respectan las estaciones y que hay algunas que son invasivas y agresivas. Mirar, en mi tierra gallega o por lo menos así era antes (hace siglos), el Verano era de 2 meses como mucho y había Veranos que ni siquiera llegaban a durar un mes y tampoco era eso, pero tampoco vale lo otro. 3 meses y ya está, 3 meses tiene que durar más o menos cada estación y una tiene que dar paso a la otra y amablemente y educadamente.

Y mira que he coqueteado con el sol y me encantan sus rayos otoñales o invernales, pero no sé y puede que sea por la vejez, pero ahora no me gusta el sol fuerte y el que quema la piel y los sentidos. Ahora me gusta la suavidad de sus caricias, me entusiasma su luz tenue y de penumbra, adoro el poder de la lluvia y de vez en cuando y después de una tormenta, me gusta el brillo del sol y ahí sí...y ahí sí que un hombre feliz, si feliz es estar contento contigo mismo y con lo que te rodea.

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JULIO CORTÁZAR