En el fondo tengo tantas promesas que cumplir que me pierdo y me pierdo entre sus deseos incumplidos. No sé, hoy tengo la sensación de que tengo muchas más promesas incumplidas que cumplidas, aunque solamente puede ser la sensación que tenga hoy. Claro que hay que tener en cuenta que yo me hago millones de promesas y que meto en el mismo saco, las promesas ilógicas o no realizables, con las posibles y tocadas por la puta lógica, en fin, que soy un puto caos. Supongo que le pasa a todos, que si las pones en una balanza siempre o casi siempre van a ganar las promesas incumplidas y ¡joder! maldito pensamiento...porque sin darme cuenta me está arrastrando hacia mi parte más baja. Digamos, que me duele, porque yo hasta ahora había pensado lo contrario, que era un gran cumplidor de mis promesas.
Es que a veces ésta clase de comparativas y te hunden en la miseria. Aunque para hundirme a mi en la miseria tienen que haber catástrofes catastróficas, tienen que reventar los volcanes, tienen que haber tsunamis que arrasen con todo, tienen que haber terremotos que asolen la Tierra...en fin, que no me considero invencible, pero casi. De momento veo para delante y lo veo todo claro y nítido o como si mi futuro fuera transparente. Ahora lo veo así y en cambio antes y hace unos años, lo veía todo muy negro y señores ¿qué os puedo decir?..., que al parecer soy el mismo, tengo las mismas piernas y los mismos brazos, mi cabeza sigue sobre mi cuello y mi corazón late a la misma velocidad, pero en cambio no pienso ni siento lo mismo.
No sé, seré producto de mi propia evolución y como siga así, a lo mejor me convierto en una cabra toda loca, bueno más loca de lo que ya estoy ahora. Nadie se libra de la locura, porque todos tenemos nuestros momentos locos y dicen que lo importante, es saber controlarlos. Bueno, pues yo respecto a esto, creo que he pasado por todas las fases: he sido loco, muy loco y hasta necesitar tratamiento médico y encerrarme en un loquero, he sido medio loco y hacerlo clandestinamente y hasta he sido cuerdo y casi al 100%, pero eso sí, no mucho, porque la cordura me aterra más que la locura. Es como la bondad que me aterra mucho más que la maldad. Y ahora ¿como estoy?, pues al 50 % y siempre queriendo estar más loco.
Es que a veces ésta clase de comparativas y te hunden en la miseria. Aunque para hundirme a mi en la miseria tienen que haber catástrofes catastróficas, tienen que reventar los volcanes, tienen que haber tsunamis que arrasen con todo, tienen que haber terremotos que asolen la Tierra...en fin, que no me considero invencible, pero casi. De momento veo para delante y lo veo todo claro y nítido o como si mi futuro fuera transparente. Ahora lo veo así y en cambio antes y hace unos años, lo veía todo muy negro y señores ¿qué os puedo decir?..., que al parecer soy el mismo, tengo las mismas piernas y los mismos brazos, mi cabeza sigue sobre mi cuello y mi corazón late a la misma velocidad, pero en cambio no pienso ni siento lo mismo.
No sé, seré producto de mi propia evolución y como siga así, a lo mejor me convierto en una cabra toda loca, bueno más loca de lo que ya estoy ahora. Nadie se libra de la locura, porque todos tenemos nuestros momentos locos y dicen que lo importante, es saber controlarlos. Bueno, pues yo respecto a esto, creo que he pasado por todas las fases: he sido loco, muy loco y hasta necesitar tratamiento médico y encerrarme en un loquero, he sido medio loco y hacerlo clandestinamente y hasta he sido cuerdo y casi al 100%, pero eso sí, no mucho, porque la cordura me aterra más que la locura. Es como la bondad que me aterra mucho más que la maldad. Y ahora ¿como estoy?, pues al 50 % y siempre queriendo estar más loco.
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