Lo de Blogger tiene su coña marinera. Primero, tienes que entrar en Blogger y darte de alta y después muy gentilmente, te dan permiso para que uses sus herramientas para crear tu propio Blog. Y para poder leerte pasa lo mismo y tienes que pasar por su historia, sí o sí. Después te quieren vender todos los complementos para llegar a ser un hombre de fama mundial. Si pagas tanto al mes, aparecerás de primero en el buscador de Google, el primero y no el segundo (bueno, por el segundo pagarías un poco menos). Si aún así y todo quieres más propaganda a todo trapo, te toca pagar un poco más. Y por eso de disimular un poquito, intentan compensarte otro poquito con una linda sonrisa y te dicen: si quieres sacar dinero, date de alta en Google AdSense (por supuesto, seguimos en la familia Google) y ellos contactarán contigo y te dirán algo.
Porque es de suponer que primero van a ver si el contenido de tu Blog es el adecuado para un tipo determinado de anuncios. Está claro, que cuando vieron el mío, no tuvieron otro remedio que decir que no. La Poesía no vende aparatos electrónicos de depilar y la filosofía barata, cutre y radical, tampoco. Por tanto me han acotado y ahora yo vivo en mi coto privado y en donde está prohibido cazar y hacer corridas de Toros. Mi coto privado, que está vallado para el facherío y para los hombres de pelo en pecho todo machos. Pues hubo un par de momentos en estos 6 años de existencia de mi Blog (creado en el 2.013, año de muy buena cosecha) en que estuve muy tentado de entrar al trapo y como siempre suele pasar, por falta de pasta gansa (acabamos de pasar una puta crisis de mierda y de aquellas estábamos en su cúspide) y cuando uno se encuentra tan desesperado está dispuesto a poner el culo y lo que haga falta. Pero tampoco picaron mi anzuelo de pescar Pulpos (Pulpeiro).
No sé como vería Yo entre anuncios de Coca Cola fría en un yate a todo lujo o entre anuncios de champú suave que deja el pelo tan lacio y tan liso, que hasta te lo puedes comer. La rentabilidad, la rentabilidad lo mide todo en ésta sociedad mercantil. Y yo y mi coto privado, fuimos declarados como no rentables por el capitalismo oligárquico y monopolista. Y no sé si llorar o echarme un pedo.
Porque es de suponer que primero van a ver si el contenido de tu Blog es el adecuado para un tipo determinado de anuncios. Está claro, que cuando vieron el mío, no tuvieron otro remedio que decir que no. La Poesía no vende aparatos electrónicos de depilar y la filosofía barata, cutre y radical, tampoco. Por tanto me han acotado y ahora yo vivo en mi coto privado y en donde está prohibido cazar y hacer corridas de Toros. Mi coto privado, que está vallado para el facherío y para los hombres de pelo en pecho todo machos. Pues hubo un par de momentos en estos 6 años de existencia de mi Blog (creado en el 2.013, año de muy buena cosecha) en que estuve muy tentado de entrar al trapo y como siempre suele pasar, por falta de pasta gansa (acabamos de pasar una puta crisis de mierda y de aquellas estábamos en su cúspide) y cuando uno se encuentra tan desesperado está dispuesto a poner el culo y lo que haga falta. Pero tampoco picaron mi anzuelo de pescar Pulpos (Pulpeiro).
No sé como vería Yo entre anuncios de Coca Cola fría en un yate a todo lujo o entre anuncios de champú suave que deja el pelo tan lacio y tan liso, que hasta te lo puedes comer. La rentabilidad, la rentabilidad lo mide todo en ésta sociedad mercantil. Y yo y mi coto privado, fuimos declarados como no rentables por el capitalismo oligárquico y monopolista. Y no sé si llorar o echarme un pedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario