Ahora mismo (bueno hace un rato) leía algo en las redes sociales de mi última novia, bueno si se le puede llamar novia a alguien que estaba conmigo pero a la vez estaba casada o no, es decir que vivía en plan pareja desde hacía algunas décadas y compuesta y descompuesta y me daba igual como estuviera. Hasta ahí es hasta donde llegaba la tía y hasta ahí es donde llegaba mi estúpida utopía. Yo pensaba que daba igual el sistema en que se estableciera una relación o eso quería pensar después de más de 20 años de casado y yo como ya estaba divorciado pensaba que todo el mundo estaba y era tan libre como yo. Que tampoco lo era, tengo tres hijos y eso sí que es un pedazo de compromiso de por vida. Aparte que yo me quito el sombrero ante mi ex mujer, aguantarme a mi durante parte de esos años negros (otros no, otros fueron brillantes y espléndidos) y ella tirando del carro familiar es como para hacerle un homenaje y hasta un desfile militar.
Pero volvamos a lo que iba y yo iba a que mientras estás colgado de la telaraña del amor todo te parece muy bucólico, romántico y superinteresante y haga lo que haga y diga la otra persona, tú te quedas como prendado. Nada nuevo bajo el sol, pero para mi si hay algo nuevo y es que lo que escribió esa ex novia (por supuesto, fue una relación clandestina) en las redes sociales me suena como a mucha tontería y hasta hace unos meses, me parecía totalmente lo contrario. Algo cambió en mi interior, porque si veo sus escritos de antes y los comparo con los de ahora, se asemejan bastante y para un observador imparcial, no sabría distinguir entre los de antes y los de ahora. Ella es la misma persona y soy Yo el que ha cambiado. Y en esto no hay discusión posible.
Su escrito era tan interesante que versaba sobre los meados de perros en todas las esquinas y portales de su puto pueblo. Y que debía ser el dueño del perro el que tendría que encargarse de limpiar los meados de su puto chucho, que para eso era su dueño y bla, bla, blá. Como veis y podéis comprobar todo un tema profundísimo lleno de sabia filosofía. ¿Y donde metió toda aquella chispa que yo le veía?, ¿que hizo con ella?. Pues seguramente no hizo nada con ella y es la misma la de antes que la de ahora. O sea, no hubo ni hay chispa y era el puto amor de mierda el único que creaba la chispa. Conclusión: uno puede enamorarse hasta de una farola que a base de iluminarte todas las noches y cuando llegabas a casa todo colocado y puesto, no sé... le acabaste cogiendo cariño y todos sabemos que del cariño al amor hay un paso.
Yo espero que a éstas alturas de la película, espero que ella no me lea y porque antes, hasta hace muy poco y lo sé por mis espías virtuales, que si me leía. La realidad es realmente muy cruel en ésta corta vida y se ensaña con los cadáveres que las extrañas circunstancias temporales van dejando por el puto camino o sendero. Hoy he visto a un muerto que antes estaba más vivo o viva que yo. Pero así es la vida y sus circunstancias. Otra etapa de mi vida concluida. Y no sigo con el tema, porque en mi pueblo estamos en fiestas y en éste pueblo, como en casi todos, las fiestas son sagradas.
Pero volvamos a lo que iba y yo iba a que mientras estás colgado de la telaraña del amor todo te parece muy bucólico, romántico y superinteresante y haga lo que haga y diga la otra persona, tú te quedas como prendado. Nada nuevo bajo el sol, pero para mi si hay algo nuevo y es que lo que escribió esa ex novia (por supuesto, fue una relación clandestina) en las redes sociales me suena como a mucha tontería y hasta hace unos meses, me parecía totalmente lo contrario. Algo cambió en mi interior, porque si veo sus escritos de antes y los comparo con los de ahora, se asemejan bastante y para un observador imparcial, no sabría distinguir entre los de antes y los de ahora. Ella es la misma persona y soy Yo el que ha cambiado. Y en esto no hay discusión posible.
Su escrito era tan interesante que versaba sobre los meados de perros en todas las esquinas y portales de su puto pueblo. Y que debía ser el dueño del perro el que tendría que encargarse de limpiar los meados de su puto chucho, que para eso era su dueño y bla, bla, blá. Como veis y podéis comprobar todo un tema profundísimo lleno de sabia filosofía. ¿Y donde metió toda aquella chispa que yo le veía?, ¿que hizo con ella?. Pues seguramente no hizo nada con ella y es la misma la de antes que la de ahora. O sea, no hubo ni hay chispa y era el puto amor de mierda el único que creaba la chispa. Conclusión: uno puede enamorarse hasta de una farola que a base de iluminarte todas las noches y cuando llegabas a casa todo colocado y puesto, no sé... le acabaste cogiendo cariño y todos sabemos que del cariño al amor hay un paso.
Yo espero que a éstas alturas de la película, espero que ella no me lea y porque antes, hasta hace muy poco y lo sé por mis espías virtuales, que si me leía. La realidad es realmente muy cruel en ésta corta vida y se ensaña con los cadáveres que las extrañas circunstancias temporales van dejando por el puto camino o sendero. Hoy he visto a un muerto que antes estaba más vivo o viva que yo. Pero así es la vida y sus circunstancias. Otra etapa de mi vida concluida. Y no sigo con el tema, porque en mi pueblo estamos en fiestas y en éste pueblo, como en casi todos, las fiestas son sagradas.
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