MIRAR MIS DEDOS

 



 Cuando me levanto

a veces, me descubro temblando,

miro al horizonte y no veo más allá de la pared,

veo mis dedos y siento que están pasando hambre,

hambre de ti,

hambre de escribir

hambre de maldecir...

en días así quisiera dormir en una noche eterna,

y despertarme de nuevo sin memoria,

mirar mis dedos

y sentir como han de crecer.

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JULIO CORTÁZAR