MI ETERNA DUDA


Mi eterna duda

es mi eterna duda,

por eso... siempre ha sido y será

 mi eterna duda de dudar.


Podía ser al revés,

y entonces, 

no dudaría de dudar.


Sería un tío con paso seguro,

un menda con dos cojones colgando 

y como melones que penden de una enredadera del cielo

y sería en un día nublado

y cerca de la costa.


Sería un imbécil pretencioso,

con muchas baba en el cerebro,

con dos higos a modo pendientes,

con dos cerezas en mis cuencas,

con aire comprimido en los tímpanos

y en la trompa de eustaquio.


Sería como el capitán trueno,

en una mano llevaría el látigo

y en la otra, mi pistola de rayos laser,

y mientras descendía de las alturas,

me iba escogiendo

mis posibles pobres víctimas.


Al final y pase lo que pase,

siempre se muere el protagonista

que en éste caso, sería yo

y entonces,

empezaría otra película muy distinta

y que ahora,

no os la puedo contar.

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JULIO CORTÁZAR