
Efectivamente
somos de carne y hueso
y algo tenemos de cartílago y de cerebro.
Aunque hay algunos
que son de otra materia,
tienen ojos como nosotros
y dientes y muelas que se les caen por tanto desprecio,
y deseos indecentes que prefiero no mencionar,
ni por supuesto, narrar,
ellos tienen alma de jilgueros desbordados
y piensan en lo bonito que es la vida y porque sí..
En sus lindos parajes...
siempre aparecen dulces ovejas,
con sus cabras montesas contadas como borregos antes de dormir,
con sus motos de gran cilindrada y a todo trapo
y vestidos de cuero negro
y sin dejar nada blanco en su pincel,
y siempre calentando motores
y dentro de su corto circuito mental.
Efectivamente
yo no soy el rey de nada,
mi reino me cabe en la yema de un dedo,
y en el otro dedo,
veo flores que adormecen casi todos mis temores
y hay algunos
que se escapan en motos de gran cilindrada.
¿Seré más hombre por ello?...
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