Yo no soy más
que un trozo de carne que escribe
y un trozo de alma
que siente lo que tiene que sentir.
No pido sentir más.
No quiero sentir más.
Nadie me puede pedir más.
Yo doy y nunca delimito
hasta donde doy.
Cuando toco el otro lado
veo hacia atrás
y es entonces...
cuando veo el precipicio
en el que me encuentro.
Es fácil decir
si has llegado hasta aquí
es porque tú has querido
y ellos no se enteran
que querer no es poder,
y el poder no se hace a través del querer,
sino más bien al revés,
el querer se compone de improvisaciones
de días que fueron casuales
y de noches donde temblaban las razones
y ardían los sentimientos...
que ahora mismo,
suenan a tambores lejanos.

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