¡ESTOY DE VUELTA!




Quién me iba decir a mí
que viviría lo que ahora estoy viviendo.

Yo que pensaba
que la ternura estaba desapareciendo,
que moriríamos envueltos en plástico
y bajo capas de ozono superpuestas en capas de cebolla.

Yo que pensaba que los ríos estarían destinados a ser alcantarillas,
y que los mares y océanos serían de caldo recalentado...

Pues pasa que ahora pienso... no lo contrario,
para tanto no da la cosa,
pero me siento más atenuado en mis pensamientos más oscuros,
y la negrura evoluciona a tonos grises aterciopelados
y hay días en que me levanto
y no sé... y me digo...
delante de mi tengo un día grande y hermoso,
de sol suave y primaveral,
fresco porque ha llovido en la noche
o por lo menos ha llovido en mi noche,
tierno, porque después de llover siempre se pone tierno
entrañable, porque los sonidos son como ecos evanescentes
que me hacen interminables cosquillas.

Y tú, me digo,
quién seas tú (me vuelvo a decir),
no esperes más de lo que te pueda dar,
aquí no hay misterio ninguno,
soy humano y tengo carne, huesos
y una piel
que muda como a las serpientes,
una vez al año
y un alma que me sale entre los dientes
y te puedo jurar
que sobre mis huesos
crecerán las flores más hermosas del cementerio,
aquí yace Bruno
y el dijo antes de morir,
resucitaré algún día
y mirar por donde....
ya estoy aquí,
¡estoy de vuelta!.
y ¿sabéis que os digo?
¡hoy hace un día cojonudo!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR