RESPIRAS...

 


Respiras capitalismo

y me hablas de conciencia.

Me hablas de la maldita conciencia

que debemos tener a los que nos duele la boca

de tanto decir ¡basta!

mientras los dientes de leche

se nos caen del alma doliente.


No hay conciencia

detrás de la humillación,

ni detrás de la explotación de unos seres por otros

 ni todos somos iguales

ni todos sufrimos por igual.

Hay servidumbre de paso

y de personas

y eso al parecer,

se tiene y se debe que pagar.


Hay machismo que huele a naftalina

y hay hombres a los que les gusta pegar

y ser más...

siempre ser más y estar por encima del bien y del mal.

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JULIO CORTÁZAR