Malena tiene nombre de tango
y yo tengo nombre de onírico sueño incumplido.
Me encanta el nombre de Bruno,
que no es mío y porque lo adopté por el camino,
pero según la declaración de los derechos humanos
todos podemos cambiar de sexo y hasta de personalidad
y hasta de coche
y por ello nadie se tiene que alterar
............y además.............
¿ porque no puedo cambiar de nombre?.
No todo tiene que acabar en la misma frontera,
ni en los mismos límites,
ni en alambradas impuestas...
por otra sinrazón que la mediocridad.
Yo quiero ser del país de nunca jamás
porque no hay amores eternos,
ni hay nombres perpetuos,
ni las ansiedades son permanentes en la nieve de las cumbres
ellas fluctúan como bancos de niebla
y se deslizan entre las entrañas de la gran ciudad.
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