Vivo entre mis ecos, murmullos y suspiros,
hablo mucho solo
me como las uñas hasta morder hueso
y cuando me quiero querer
dejo fluir mis sentimientos hacia adentro
y de ahí
nace un amor egocéntrico.
Vivo entre mis ecos, murmullos y susurros,
hablo mucho solo
me como las uñas hasta morder hueso
y cuando me quiero querer
dejo fluir mis sentimientos hacia adentro
y de ahí
nace un amor egocéntrico.

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