Yo tengo vida en grado superlativo,
pero también sé...
que estoy en época de destiempo.
Las agujas del reloj van hacia atrás
y en cambio yo sigo caminando pero mucho más despacio,
poco a poco se van desintegrando mis átomos
y cada movimiento es un quejido de insondable dolor,
pero aún así y todo,
seguiré con la vista al frente
y oteando el horizonte más lejano
seguiré siendo un hombre corazón de león
que poco a poco se irá oxidando,
pero os puedo asegurar que...
que moriré de pie
y con las botas puestas.
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