PERDÓN O LO SIENTO

 A veces me cubro de mierda y hasta la bandera y en otras en cambio, me cubro de gloria. Yo no conozco el punto medio y un poco de mierda y un poco de gloria y así y de esa manera tan bucólica me voy cubriendo. Y así me fue por la vida, tuve grandes amigos y más grandes amores, pero también fueron grandes mis enemigos y más grandes mis desamores. Y yo al éstas alturas  de la vida, no busco el arrepentimiento y el sentirme culpable, sólo busco y rebusco en mi memoria para ver el como fue mi funcionamiento.

Ya es tarde para decir lo siento, ya es tarde para pedir perdón, el perdón o el lo siento, solo vale en aquél momento en concreto, después es como un parche o como un añadido postizo y que además no sirve para nada (de todas formas, yo lo he pedido y de nuevo pude comprobar que de poco sirve). Ahora más bien, es época de recolección, de cosechar lo plantado y ya sea bueno y ya sea malo... tendrá que ser igualmente recolectado. Es hora de asumir las consecuencias de tus hechos anteriores y de dar la cara y de decir aquí estoy yo.

Y no vale eso de que ahora soy bueno y ya no hago las cosas que hacía antes. No señor, hay que reivindicarse como fuiste y como eres, pues la base o la esencia es la misma antes y ahora. Podemos cambiar las formas, las costumbres, los ademanes y los gestos, pero no podemos cambiar nuestro carácter, ni nuestra forma de ser. Si uno nació gilipollas, por mucho que lo disimule a lo largo de su vida, seguirá siendo gilipollas y eso no tiene cura, ni tiene remedio. Nació, vivió y murió siendo un gilipollas, pondrá en su lápida funeraria y sino lo pone, estoy seguro que igualmente todo dios piensa que allí está escrito.




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GEORGE ORWELL