Ahora con la edad, uno se da cuenta que va usando y de cada vez más, los viejos tópicos que en sus tiempos usaban tus padres o tus tíos o la gente que era mayor de aquellas y poco a poco y sin darte cuenta vas incorporando frases, como que los veranos de ahora no son como los veranos de antes, antes no hacía tanto calor como ahora, antes llovía de diferente manera y ahora cuando llueve es a cubos o el viento norte de tramontana ya no es tan fuerte como lo era antes. Y hay algunas cosas que son verdades como puños cerrados y porque hay cosas que han cambido y pongo como ejemplo, por el cambio climático, pero otras son porque a lo mejor añoras los veranos de tu infancia o el orballo suave y de fina lluvia y porque a lo mejor en un día de orballo te habías enamorado y como el amor es pasajero y a lo mejor la cosa acabó fatal y a esa misma persona la tienes borrada del mapa y porque todos necesitamos respirar durante un rato, pues te quedas que un día con orballo te habías enamorado y hasta a lo mejor no pusiste el suficiente interés y porque en ese momento no estabas para esa labor y puede y solo digo, que puede que el día en que desenamoraste fuera un día con orballo. En realidad hay un buen montón de razonamientos científicos que te demuestren el porqué de esos cambios climáticos y a todos esos cambios están basados en la evidencia de la ciencia, habría que sumarle otra multitud de factores y yo ya puse el ejemplo del amor y del desamor. Y como ya dije al principio de todo, también está el factor edad y cuanto más viejo eres más crees que todo a tu alrededor va cambiando más y lo que era antes, está dejando der ahora. Me acuerdo cuando mis viejos decían que los jóvenes de ahora no son como los de antes y porque la juventud de ahora no sabe lo que es pasar hambre y en parte era un argumento cierto y en sus tiempos jóvenes tuvieron que sufrir la guerra civil y esa guerra con todas su consecuencias les marco hasta el resto de sus días. Hablaban de la guerra como si fuera una cosa neutra y no como una guerra producto de un golpe de estado fascista. Pero claro y entre otras cosas, mis padres tenían metido el miedo en el cuerpo y hablar de aquella guerra era como hablar del apocalisis final y del que jamás se debía hablar y por los siglos de los siglos y amén, salvo para hablar del tema hambre.
Claro que yo también podía añadir que las utopías de aquellos tiempos era mucho más pequeñas que las que tenemos ahora, pero eso es una verdad o una mentira a medias y porque unos pocos años más tarde los jóvenes de aquél momento y entre los que me encontraba yo y mis huesos, fuímos unos putos soñadores de mil pares de cojones y creamos unos tinglados tan utópicos dentro de nuestras cabezas, que después ellas, las utopías, nos acabaron pasando factura y de repente y sin darnos cuenta de nada, la puta realidad nos puso los pies en el suelo y con una inmensa bofetada en la cara y para que espabilaras de una puta vez por todas. El problema no es que vivas dentro de tu sueño utópico, el verdadero problema está cuando te tienes que bajar de semejante globo y porque además del palo ideológico hay que sumarle que te has quedado sin la perspectiva del mundo o de la vida, que tenías hasta ese momento y de repente tu mundo se cubrió de nada o de esa niebla matutina que no te deja ver nada. El mundo no era el que tú te habías pensado y las personas con las que te empezabas a relacionar y porque ya no estabas en la universidad y dentro de tu mundo ideológico y utópico, pues eran personas reales a las que le importaba una mierda que tu estuvieras preocupado por aquella batalla ideológica en la que andabas metido. Y entre aquella realidad nueva y en que la utopía se había convertido en un café descaifenado, pues ¿que paso?...pues que fueron dos palos que te dieron al mismo tiempo.
Algunos de estos seres untópicos buscaron refugio en comunas que ellos mismos formaron o si integraron en una de ellas y prefieron mantener su pureza ideológica dentro de un pequeño número de personas que entre otras cosas, lo que tenían en común era que podían vivir al margen de ésta sociedad. Y el experimento de la comuna les duró de unos meses a unos años y ya conozco a nadie y desde hace un buen montón de años, que siga viviendo dentro de ese cuento tan irreal y bucólico y porque el final de ese cuento, todos sabemos cual fue y todo se fue a la mierda y con este bonito cuento que os he contasdo, doy por finalizado este asunto y este escrito.

No hay comentarios:
Publicar un comentario