Y yo que ando de puntillas por mi casa


 Y yo que ando de puntillas por mi casa

y para no despertar al monstruo

y al monstruo que llevo dentro 

y que cuando se despierta dentro de mí

tengo un tsunami que recorre mis venas

y entonces me levanta y me pone de pie.

Y mis penas son como hienas que buscan un cuerpo putrefacto

y mis alegrías suenan como un tambor descontrolado

que puede ser de hojalata o de papel carbón

y es que en el fondo soy un tío blando

y cuando me pongo a llorar

creo ríos en donde puedo nadar o naufragar

y cuando estornudo como hombre que soy

o eso pienso que soy, 

es algo que se queda mudo y sin sonido

y lo sé, 

porque muchas veces me ha pasado

y creo que me puedo sentir

como una bestia sin escrúpulos

y que me voy a comer a todos los niños de la tierra

y en ese momento me siento tan grande

que hasta tapo el arco iris con la punta de mis dedos

y siento a todos los nubarrones que están por venir

y porque yo los intuyo escuchando a la tierra negra de mi jardín. 

Y no es que sea adivino

ni nada parecido

pero sé leer en la tierra de mis antepasados

y sé sentir lo que ellos nos quieren decir.

Y ya sé que estáis pensando en que flipo demasiado

pero esa es mi táctica

pensar que estoy loco

y mientras tanto

os ataco por la retaguardia.









No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR